Nadie puede negar que la gira de Claudia Sheinbaum en Puebla fue todo un éxito, que hasta Eric Cotoñeto, el exoperador político estrella del gobernador Miguel Barbosa, no se quiso perder del momento y acudió –como un asistente más– al Centro Expositor, donde el grupo barbosista le reunió más de 20 mil personas a la aspirante presidencial.
Obviamente, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México cuidó las palabras en los discursos que dio, en público y en privado, para evitar sanciones por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) por actos anticipados de campaña, pero sí, no dejó pasar en destacar que es posible ser presidenta de la República.
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En la reunión que sostuvo más tarde –después del acto masivo– con un grupo de empresarios en el Centro Mexicano Libanés, la morenista reforzó el discurso previo y enalteció su perfil de mujer, “no por ser mujer, sino por la preparación que tengo para dar continuidad a la cuarta transformación en el país”, les dijo.
En esta comida que fue promovida por una de las corcholatas del gobernador, Olivia Salomón, secretaria de Economía en el estado, Claudia Sheinbaum les hizo ver el porqué es tiempo que una mujer gobierne México, y entre las razones que dio, aparte de que es una científica preparada, destaca “por el sentimiento de mujer porque una madre siempre buscaría mejorar las condiciones actuales del país”.
Les señaló que como investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y ahora como gobernadora de la capital del país, ha aprendido a conocer a fondo las necesidades de esta república.
“Junto con el apoyo de todos ustedes, estoy lista para enfrentar el gran reto que es encabezar el gobierno de México”, les recalcó. Sin excepción, los invitados le aplaudieron, pero también la cuestionaron cobre cómo resolvería la inseguridad que no da tregua, entre otros temas.
Estuvieron las tres corcholatas favoritas para la gubernatura de Puebla: Olivia Salomón; Sergio Salomón, coordinador de los diputados locales de Morena y el secretario de Salud, José Antonio Martínez, quien, al fin, admitió sus aspiraciones este sábado 29 de octubre.
En la mesa principal también estuvo la dirigente estatal de Morena, Olga Romero Garci Crespo, y por supuesto, el operador político del barbosismo: Julio Huerta, que fue quien guío en todo momento a Claudia Sheinbaum en esta visita a la entidad.
La reunión con los empresarios fue aprovechado por Olivia para regalarle unos aretes de talavera mientras que Sergio Salomón le entregó una imagen del Niño Doctor de Tepeaca, de donde él es originario.
Entre los empresarios que estuvieron destacan Guillermo Pacheco Pensado, hijo del exgobernador Interino que lleva el mismo nombre; Pepe Hanan, Yamil Morales, por mencionar algunos.
Los tacos árabes de Claudia
Los organizadores no dejaron pasar la oportunidad para que Claudia y su esposo, Jesús María Tarriba, probaran los tacos árabes, pues a los invitados les dieron sopa de zanahoria, pollo con puré de papa y ensalada. Para tomar hubo agua de Jamaica, refrescos y café. El postre fue pastel de chocolate.
El día de la ‘corcholata’ presidencial inició en la entidad con una firma de convenio en materia de seguridad con su “amigo”, el gobernador Miguel Barbosa Huerta en Casa Aguayo, en donde la recibieron con mariachis y huehues.
Después, Julio Huerta la llevó a un salón en el Centro Expositor en donde ya la esperaba el grupo compacto del barbosismo, entre presidentes municipales y diputados, con quienes también platicó y planteó por qué México ya debe ser gobernado por una mujer.
Posteriormente, entró al recinto que ya estaba abarrotado, en donde incluso, hubo cientos de personas que ya no pudieron ingresar. El lugar les quedó chico para demostrar el músculo político, y quedó claro quién tiene el control de la elección del 2024 en Puebla.
Abdala prefirió huir a Acapulco
Por cierto, quien prefirió “huir” hacia Acapulco este fin de semana fue el delegado de la Secretaría del Bienestar en la entidad, Rodrigo Abdala, quien fue visto con una veintena de personas en el hotel Princess Mundo Imperial en la zona diamante.
El sobrino del exgobernador Manuel Bartlett, obviamente no fue invitado a los encuentros con la jefa de gobierno de la CDMX, y ni tiene cara para al menos acercarse a ella a saludar, pues ha sido uno de los peores funcionarios del gobierno federal en la entidad.
