Motivos suficientes tienen varios colaboradores de la presidenta de la ciudad de Puebla, Claudia Rivera Vivanco para estar celosos de Andrés García Viveros, un fantoche que está muy seguro de que no pisará la cárcel ahora que termine la administración municipal, y pese el proceso que enfrenta por el delito de hostigamiento sexual en contra de Karina, una extrabajadora de esta administración .
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- Claudia lo consintió desde el inicio de su administración al nombrarlo coordinador Ejecutivo de Presidencia y fungir algo así como vicepresidente municipal.
- García Viveros recibió facultades para dar órdenes y hasta regañar a los integrantes del gabinete municipal.
- Tuvo (o sigue teniendo) voz y voto para orientar el gasto de casi 15 mil millones de pesos del presupuesto de tres años de gobierno.
- Andrés García Viveros repartió la obra a sus amigos, porque fue él y no el comité de obras quien planeó las licitaciones a modo.
- Andrés sacó sus peores vilezas como hombre con las empleadas de la administración local, sin temor a que quien se dice la más feminista de Puebla lo reprendiera.
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6. Claudia creyó ciegamente en Andrés García, hasta cuando Karina acudió a ella para pedir su apoyo como mujer por el acoso sexual que vivía a lado de quien fuera el coordinador ejecutivo, pero ella, en lugar de creerle, la revictimizó, la quiso obligar a perdonar a su agresor…muy lejos de los principios de la feminista.
7. Andrés no fue despedido del todo. Tras su salida del ayuntamiento por orden de un juez, por el proceso penal por hostigamiento sexual, lo mandaron a operar desde la privada 45 Oriente.
8. Por si fuera poco, con toda la seguridad de que no le pasaría nada y con el bolsillo lleno de billetes, a los pocos días de ser separado de su cargo del gobierno municipal, García Viveros se autopremió comprándose una camioneta de 1 millón de pesos, con la que anda como rápido y furioso en las principales vialidades de Puebla….violando las reglas de tránsito.
Cuentan los que saben que García Viveros sigue siendo el favorito de Claudia Rivera, aunque las acciones y decisiones de este tipo se traducen en denuncias en contra de la alcaldesa, a quien le quedan menos de dos meses en el poder, en donde pasó con más penas que glorias.