La confirmación de Genoveva Huerta en impugnar los resultados de la elección en el PAN en realidad está enfocada solo para hacer ruido, ya que lo que ella busca es negociar con la virtual ganadora, Augusta Díaz de Rivera, para que no sea audita su administración frente el partido, pues sabe que hay pistas sobre desvíos de recursos.
En las últimas horas ha buscado las vías para sentarse con Díaz de Rivera, pero la panista no la ha querido recibir, por eso tardó hasta este miércoles para fijar una postura sobre los resultados de las votaciones cuando estas se dieron el domingo.
Cuentan los que saben que ahora está tocando puertas en el Comité Ejecutivo Nacional para pedirle a Marko Cortés sentarla con la virtual ganadora y puedan llegar a un acuerdo, ya que de antemano sabe que así apareciendo los 30 paquetes electorales “extraviados”, Díaz de Rivera se mantendría con una ventaja de al menos mil votos.
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Por eso, Genoveva está haciendo tiempo para que el grupo ganador la pueda tomar en cuenta, pues sabe que sino se pone rebelde en este momento, no tiene forma de negociar nada para la comitiva que representa, en su mayoría, morenovallistas.
Sin embargo, se topará con pared, ya que Augusta sí busca reconciliación con ella, pero hasta después que admita que perdió frente a ella y le entreguen su constancia de mayoría.
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Otro que ya está tocando las puertas del grupo de Eduardo Rivera Pérez para negociar su permanencia con el grupo en el poder es el alcalde de Cuautlancingo, Filomeno Sarmiento.
Quiere acercarse al edil de Puebla capital a través de Leonor Popocatl, presidenta de la Comisión Estatal Organizadora de la Elección, porque su tirada es buscar una diputación local en 2024 o la reelección y sin Genoveva en la presidencia, ya no tendría chance.
Incluso, ya instruyó a su pareja sentimental, Mayra Ramírez –integrante de la planilla de Genoveva- a no seguirle el juego de la impugnación y empezarse a deslindar, pues ya da por perdido el dinero que invirtió en la compra de votos en la elección del domingo, pues ya vio que ni aún así logró entregar buenas cuentas.
Ante la derrota, Sarmiento ya está cambiando de estrategia. Ya saben que en las derrotas son pocos los que se quedan a lado de la perdedora, pues como vil ratas se bajan del barco antes de que se termine de hundir totalmente.