Yo creo que todos hemos notado que en los últimos días se ha elevado la percepción de que en Puebla cada vez está peor la inseguridad.
No hay un día en el que no se registren asesinatos, que no hallen cadáveres, en muchas ocasiones, decapitados; que no haya asaltos a mano armada… los medios de comunicación desbordan sangre al dar a conocer cada una de estas noticias.
En las empresas, en la calle, en la casa, no hay algo que preocupe más que salir y ya no regresar. El temor a ser secuestrado, a ser asaltado y recibir un balazo por traer o no traer pertenencias.
Hay un modus operandi que ha sido visible en las últimas semanas: delincuentes siguen a mujeres solas al volante para arrebatarles sus autos, tal como ocurrió la mañana del 8 de junio cuando un par de delincuentes asesinaron por la espalda a la abogada Nancy para quitarle su coche que recientemente se había comprado, seguramente con mucho esfuerzo como la gran mayoría de los mexicanos.
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Un día antes, una mujer que circulaba sola en el Periférico también fue despojada de su camioneta en el tramo Totimehuacán. El caso no se dio a conocer en medios de comunicación pero según se contó a MTPNoticias, un par de sujetos en motocicleta la bajaron de la unidad a punta de pistola.
El 14 de junio ocurrió lo mismo: un par de sujetos en motocicleta despojaron de un Golf 2019 a una mujer en Plaza Zavaleta. La amedrentaron con disparos al aire.
Se desconoce si se trata de la misma banda o son varias las que operan en distintos puntos de la ciudad de Puebla.
Y si de por sí las mujeres son víctimas de acoso sexual todos los días, del machismo y demás, ¿ahora se deben quedar con las ganas de no manejar solas por temor a que les quiten sus autos?
Es mucha la preocupación que existe, solo entre quienes reportan sus casos a esta reportera. Eso sin contar los que no se dan a conocer a medios de comunicación o no se denuncian.
Es lamentable que en medio de tanta violencia la única justificación de las autoridades locales es que se trata de una “herencia maldita” de gobiernos pasados. Seguramente tienen la razón, pero ahora, ellos son los responsables de la seguridad de todos. Sin pretextos.