El nueve de octubre de este 2024, el gobernador electo Alejandro Armenta se reunió con 23 presidentas y alcaldes, quienes estaban a días de rendir protesta, y ahí les explicó su estrategia de seguridad y el porqué un marino debía quedar en esa coordinación, tanto en el estado como en los municipios conurbados.
Entre esos ediles, estaba Ariadna Ayala, a quien ratificaron como alcaldesa en Atlixco, y sin más planteamientos, validó y se comprometió en nombrar un perfil militar en seguridad de su municipio.
Incluso, en entrevistas que dio en días posteriores, declaró que estaba listo ese perfil y que pronto lo daría a conocer, pues ya hasta se había tomado la foto con él cuando lo conoció.
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Sin embargo, dio la sorpresa la madrugada del 15 de octubre cuando hizo el cambio de mando en seguridad, y para ese momento, no designaron al marino con el que se había pactado previamente sino que ratificó a Antonio Hernández Pacheco, quien viene trabajando con ella desde el primer periodo de su gobierno.
A muchos sorprendió su decisión, y más cuando el perfil ya había sido acordado directamente con Armenta, bajo el compromiso que habrá coordinación, una vez que él asuma como gobernador a partir del 14 de diciembre próximo.
La actitud de Ariadna la tomaron como un acto de rebeldía frente al equipo del futuro gobernador, pues en todo caso, desde un inicio hubiera planteado sus razones y no va a las reuniones a tomarse la foto para después incumplir su palabra.
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¿Por qué Ariadna Ayala asumió esa actitud?, ¿qué le impide nombrar a un marino a este cargo estratégico y más cuando había estado de acuerdo con ello?
¿Por qué confía ciegamente en Antonio Hernández Pacheco cuando, hasta antes de trabajar con ella, nadie conocía de su trabajo?
Y no solo eso, vayamos a los números: es mentira la justificación de Ariadna Ayala en decir que lo mantiene porque le ha dado resultados.
Por ejemplo, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), comparando el primer y último trimestre del gobierno de Ariadna, los robos aumentaron un 11.3 por ciento al pasar de 221 a 246 casos.
En este comparativo que se toma en cuenta de noviembre de 2021 a enero 2022 —porque ella entró a mediados de octubre— y de julio a septiembre de 2024, incrementó en un 83.3 por ciento el número de personas desaparecidas al pasar de seis a 11.
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Así podríamos desglosar cada uno de los delitos que aumentaron en este municipio y eso, sin contar las personas que no denuncian.
Recordemos que fue en Atlixco en donde se dio el primer multihomicidio en Puebla, cuando en marzo del 2022, masacraron a diez integrantes de una familia.
Entonces, ¿de qué seguridad habla la presidenta?, ¿hay acuerdos con bandas criminales para no cambiar los mandos de seguridad?
A lo mejor el tiempo evidenciará el porqué o quizá nunca se sepa, lo que sí es que Ariadna Ayala se le rebeló a Armenta al no cumplir con designar a un marino en seguridad en Atlixco.
