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Apenas unos minutos antes de que se cerrara el plazo para participar en el sorteo de lotería, Arron Walshaw, de 32 años, estaba en la fila de un supermercado en Ossett (Reino Unido) esperando para comprar su boleto.
No le iba a dar tiempo. Así que pidió permiso a la persona que estaba delante de él en la fila para pasar primero.
Tuvo suerte porque esa persona, una mujer cuya identidad no se conoce, le permitió pasar primero.
“Sabía que sólo tenía unos minutos antes del sorteo”, explicó Walshaw a la radiotelevisión británica, “entré a una tienda cercana donde una dama y yo nos acercamos al mismo cajero. Ella debió notar que llevaba prisa porque insistió en que pasara antes que ella”. “Vaya golpe de suerte”, añadió.
Golpe de suerte porque ganó el sorteo y consiguió 1,3 millones de dólares. Tras comprar el boleto, volvió a casa con su prometida y se puso a contar el dinero que le quedaba: 65 dólares, lo suficiente para una luna de miel haciendo acampada.
Al día siguiente, descubrió que eran millonarios.
“Me encantaría conocerla”, dijo Walshaw, “y darle las gracias por haber cambiado nuestras vidas”.
Fotos: LNN
