@MTPNoticias
Samsung es consciente de que, aunque se disputa la cima de los móviles Premium con Apple (y últimamente también con Huawei), está perdiendo terreno en la gama media, donde se concentra el grueso de las ventas, debido a la competencia feroz de los nuevos actores chinos como Xiaomi, Oppo y Honor. Por eso, la marca coreana ha decidido apostar fuerte por conquistar al público millennials, con el lanzamiento del Samsung Galaxy A9, un móvil equipado con cinco cámaras, cuatro traseras y una delantera para selfies.
Primero, fue la batalla de los píxeles. Más tarde Apple se atrevió a apostar por la cámara dual. Y ahora parece que todos los fabricantes quieren llenar de lentes sus móviles, para que hacer fotos sea como guiñar un ojo, gracias a múltiples cámaras y a la inteligencia artificial. Para un usuario que se pasa el dia subiendo fotos a Instagram o a Facebook, la cámara es su prioridad a la hora de comprarse un móvil.
El Galaxy A7 ya calza tres cámaras traseras y una delantera. Su sucesor, el Galaxy A9, da el salto hasta las cinco cámaras. Cuatro traseras: una principal de 24 megapixeles (MP) y apertura f/1.7; una gran angular de 8MP, f/2.4 y ángulo de 120º; un teleobjetivo de 10 MP, f/2.4 y zoom óptico 2x; y una cámara de profundidad de 5 MP, f/2.2 y desenfoque en vivo. La cámara delantera tiene un sensor de 24 MP y apertura f/2.0.
Las cuatro cámaras para todo tipo de fotos
Todas las cámaras tienen su función. La principal capta imágenes nítidas y claras, con alta o baja iluminación. El zoom óptico 2x permite sacar unos primeros planos minuciosos desde lejos. La lente gran angular, ideal para paisajes con protagonista con el optimizador de escenas y la inteligencia artificial puede identificar al sujeto y realizar los ajustes oportunos, en solo un instante, para obtener la mejor foto. La cuarta lente de profundidad, que aporta la libertad para manejar la profundidad de campo de forma manual y centrarse en el sujeto.
El precio no es estrictamente gama media sino más bien gama media alta y se aleja bastante del del Galaxy A7, ya que cuesta 599 euros en su versión de 6GB (la única que se venderá en Europa). Viene en un total de tres colores diferentes. Los colores disponibles son el Caviar Black (negro), el Lemonade Blue (turquesa) y el Bubblegum Pink (rosa), y estará disponible a mediados de noviembre. Coincidiendo con al anuncio del Galaxy A9, Samsung ha comenzado a comercializar en España su nuevo Galaxy A7, con un precio de 349 euros, en azul, negro y dorado.
El nuevo smartphone de Samsung, presentado hoy en Milán, cuenta con una pantalla de 6,3 pulgadas Amoled y resolución Full HD+ 1080 x 2220 píxeles de visión infinita (marcos reducidos con ratio 18,5:9) con chasis de aluminio, y medidas de 162,5 x 77 x 7,8 mm y 183 gramos de peso.
El hardware funciona gracias a un procesador Qualcomm Snapdragon 660, de ocho núcleos y 2,2Ghz de velocidad, 6 GB de memoria RAM, y 128 GB de almacenamiento interno que se pueden ampliar por microSD de hasta 512GB, y con bandeja para dos tarjetas SIM. La batería es de 3.800 mAh los encargados de mantener las luces encendidas.
Potenciar la gama media
“Tanto el Galaxy A7 como el A9 van dirigidos al público millennials, a esas nuevas generaciones que le dan un máximo protagonismo a la cámara, la pantalla, la movilidad y la compartición de contenido. ¿Para que cuatro cámaras? Básicamente, para no perderse nada, para poder hacer fotos con grandes angulares, efectos de doble profundidad y apertura dual que hasta ahora solo se podían encontrar en los móviles de gama alta. Y es que hemos sorprendido al mercado incluyendo el primer móvil con cuatro cámaras traseras en la gama media en vez de en la alta”, ha señalado Celestino García, vicepresidente corporativo de Samsung.
“Aprovechando nuestra propia experiencia en el desarrollo de cámaras para los smartphone, estamos introduciendo tecnología de última generación en toda nuestra gama Galaxy, con el fin de dar la oportunidad a más usuarios de acceder a una innovación de vanguardia”, ha añadido DJ Koh, máximo responsable mundial de la división de móviles de Samsung, en una conexión desde Kuala Lumpur.
Crédito: El País
