Miguel N., quien es originario de Zozocolco de Hidalgo, abandonó el ejercicio del ministerio sacerdotal el pasado 1 de mayo del año en curso, por voluntad propia, así lo dice el oficio que envío al obispo, quedando totalmente suspendido de sus obligaciones eclesiásticas, y 19 días después contrajo nupcias debido a que su mujer estaba embarazada.
Lo que ella no sabía, y que salió a relucir, es que presuntamente el ex sacerdote sostenía otras relaciones con tres mujeres, una de Teziutlán.
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Versiones de vecino indican que Miguel N. huyó al norte del país, en busca de una parroquia que atender, para abandonar el compromiso civil que adquirió en Misantla, incumpliendo así el decreto de suspensión, el que le informaron cuando un sacerdote engendra un hijo prevalece el derecho natural al eclesiástico.
Crédito y Foto: Municipios Puebla
