La madrugada del sábado 17 de agosto, Brenda de la Mora solicitó un viaje de Uber para ir de la Central del Norte en la Ciudad de México, hacia Polanco.
Tomó todas las precauciones como compartir el trayecto y asegurarse que todos los datos como el nombre del conductor, placas y modelo del vehículo coincidieran, pero no fue suficiente. El chofer, identificado como Erick Alberto, quiso secuestrarla.
Brenda, originaria de León, en el estado mexicano de Guanajuato, compartió la terrible experiencia a través de un hilo de Twitter. Dijo que todo sucedió en 30 minutos y después de abordar el auto, sintió que algo no estaba bien.
“El conductor desde que me vio sabía perfectamente lo que iba a hacer. Tuve la suerte de escapar, hoy tal vez sería una más entre las cientos de mujeres que están matando porque pueden y nadie hace nada”.
El chofer ya no iba hacia Polanco, sino hacia Ecatepec, Estado de México. El hombre sacó una pistola y amagó a Brenda, le quitó su celular y lo arrojó por la ventanilla. Presa del terror, Brenda le rogó que se llevara su efectivo, tarjetas bancarias y su maleta, pero que no le hiciera daño.
“No sabes cómo le pedí al conductor que no me hiciera nada, que se llevara las cosas y que no había necesidad de lastimarme. No saben cómo le pedí a Dios que no me dejara morir así. Le pedí que me permitiera ver a mi hijo crecer”…
Presa del pánico de ser un caso más feminicidio, logró zafarse y descontrolar el volante del vehículo, porque prefería morir en un accidente automovilístico a que la asesinaran.
Lee más: Por violación a joven en ruta 25, gobierno revisa perfiles de choferes
“Y entonces me pude safar, porque me tenia abrazada con el arma en mi cara. Logre alcanzar el volante para descontrolar el coche, porque preferí morir prensada en un accidente que quién sabe dónde y cómo”….
En cuanto el auto se descontroló, Brenda abrió su puerta y saltó del vehículo en movimiento, dio tres vueltas en el asfalto, se paró y corrió para buscar su celular y pedir auxilio. La calle estaba oscura, gritó que la ayudaran pero el chofer se dio en reversa para alcanzarla.
“Me aventé del coche, di como 3 vueltas, me paré, corrí y grité con un miedo y una desesperación en tacones literalmente por mi vida. Ninguna, ninguna persona merece sentir que debe luchar por su vida, simplemente porque otra persona piensa que puede arrebatarla nomás porque si”.
El conductor se quedó con el bolso de Brenda, con dinero en efectivo, tarjetas e identificaciones con información personal, por lo que teme que se haga mal uso con sus pertenencias.
“Se llevó mi maleta y mi bolsa con mi cartera, todas mis identificaciones y las de mi hijo, las llaves y Tarjetas bancarias y membresías. Además del dinero en efectivo. Hoy esta persona tiene toda mi información personal”
Brenda compartió las fotografías del conductor, vehículo y placas de la aplicación de Uber.
“Hoy estoy viva gracias a Dios y a mis ganas de luchar y no morir a manos de un pendejo sin moral, educacion ni escrúpulos. Pero consiente estoy de que no es la suerte de muchas mujeres en #México”
Tras la trumática experiencia, Brenda acudió al Ministerio Público de Ciudad Satélite para interponer la denuncia, pero aseguró que fue enviada a otro MP que estaba a 3 horas de distancia.
La Dirección de Seguridad Pública y Tránsito instó a Brenda a denunciar formalmente la situación al Ministerio Público para así comenzar con las investigaciones pertinentes, mientras que el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5) de la Ciudad de México solicitó a Brenda que les compartiera la dirección exacta en donde tomó el Uber y la hora, para tener más información sobre su reporte.
Crédito: Infobae