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Con la caída de Pablo Escobar y de los capos del cartel de Cali en las primeras temporadas de Narcos, ¿qué sigue para la serie de Netflix? La trama continúa, pues en la historias recientes de las mafias aún hay mucha tela de dónde cortar y para su cuarta temporada la acción se traslada de Colombia a Narcos México en donde conoceremos los primeros pasos que llevaron a la construcción de varios imperios de la marihuana.
La serie busca mantener a su audiencia y hacerla crecer con un elenco renovado que tiene en sus papeles estelares aDiego Luna, Michael Peña, José María Yazpik, Joaquín Cosío, Tenoch Huerta y Tessa Ia, quienes nos contaron los pormenores de esta cuarta entrega.
Aunque en las temporadas anteriores se había narrado la historia de los cárteles colombianos hasta inicios de la década de los 90, al trasladarse a México retrocede hasta inicios de los 80 y se concentra en Guadalajara con el ascenso del grupo integrado por Miguel Ángel Félix Gallardo (Diego Luna), Rafael Caro Quintero (Tenoch Huerta), Amado Carrillo “El señor de los cielos” (José María Yazpik) y Ernesto Fonseca “Don Neto” (Joaquín Cosío).
La serie intenta plasmar la transformación de la venta de droga en México, que pasó de comerciantes aislados a organizaciones fuertes con una estructura, por lo que para Diego Luna era importante que eso fuera evidente en su personaje.
“Casi todos son personajes viven en la tonalidad de los grises y que lo peor que puedes hacer al representarlos es buscar una bidimensionalidad. Al revés, creo que los que lograron más es porque espantaban hasta que tenían que espantar. Hablan mucho de él (Félix Gallardo) como un gran empresario, entonces yo pensé que seguía códigos del comportamiento empresarial, que lo hacían poder sentarse y poner en la misma mesa a todos. Para mí ese es un don increíble que tiene que ver con tener todos esos matices y poder ser un cuate que da confianza, es muy severo, es violento, muy comprensivo y puede tener un poquito de todo. No se trata de romantizarlo, sino de humanizarlo”, dijo el actor.
Algo que capturó la atención de Luna fue la manera en que se contaba la complejidad de los hechos, que escapaba de la estructura de policías y ladrones. Además, destacó que para rellenar muchos huecos se pudo ficcionalizar a los personajes e imaginar cómo eran, más allá de lo que se conoce de ellos.
“(Narcos) No intenta ni pretende ser un documental ni dramatizar hechos reales, pero sí estamos hablando de algo conocido. Estamos hablando de un personaje que a diferencia de muchos otros era muy reservado, se habla de un tipo que apreciaba el poder de la discreción. Fue interesante porque había mucha libertad para construir e inventarte quién es ese personaje. Mi interés nunca fue hacer una calca”, dijo Luna.
¿Por qué hacer algo tan popular de un tema tan difícil? El actor pensó en hablarle a un público que desconoce el contexto de México.
“(Un público) que a lo mejor ve esta serie y la próxima vez que ve una línea de cocaína frente a él o ella va a pensar un poquito qué tuvo que pasar para que llegara ahí. Si eso lo logramos, ya valió la pena hacerlo. Y despertar la curiosidad de aquellos que hoy no creen que hay una conexión entre sus acciones y lo que se vive en países muy lejos de los suyos. Creo que eso hace a esta temporada distinta a las otras, porque a pesar de que plantea suceder en los 80 está hablando de hoy de alguna forma”, reveló el actor.
La serie está dirigida por el colombiano Andi Baiz, el estadounidense Josef Kubota Wladyka y los mexicanos Alonso Ruizpalacios y Amat Escalante. Para Michael Peña, quien interpreta al agente Kiki Camarena fue un hallazgo el acercarse al estilo de los mexicanos y disfrutó el estilo de Escalante, quien le daba mayor libertad para realizar sus escenas, mientras que Ruizpalacios prefería un estilo más controlado para lograr encuadres más precisos, según comentó el actor.
Eric Newman (productor) me decía que el personaje tenía la ligereza de un surfer”, dijo entre risas. “¿En la sierra de Sinaloa? Pero entendí que se refería a un tipo ligero, que pasa la vida bien, que va sobre la ola. En ese sentido dije: ‘¡Claro!, es como un ranchero’, es un tipo de pueblo, que es campesino al final del día, que es un genio porque inventó la mota sin semilla, pero que se divierte, se la pasa bien. Se parece a casi cualquier mexicano”, dijo Tenoch Huerta sobre su personaje, Rafael Caro Quintero, cuya fama escaló en los 80, al punto de que se hicieron sketches cómicos sobre él. En la serie se muestra ese lado sencillo del que habla el actor, así como un romance que sostuvo con una mujer de clase acomodada, ficcionalizada en el personaje de Sofía Conesa, que interpreta Tessa Ia.
Aunque está basada en Sara Cosío, mujer proveniente de una familia muy conocida en Jalisco, al personaje de Sofía Conesa que interpreta Tessa se le permitieron muchas libertades creativas para acentuar el conflicto desatado entre la clase política y los narcos a raíz de esta relación, pero también para retratar una historia de amor apasionada. Tessa se inspiró en anécdotas que se cuentan de la pareja, como una que cuenta que ella recibió un auto como obsequio pero decidió prenderle fuego porque no le gustó el color.
“Es una mujer que le valen las consecuencias de sus actos. No es una mujer complaciente más que consigo misma, va por la vida cumpliendo sus propios caprichos y deseos”, dijo la actriz.
“Creo que algo bonito que surge, creo que mi personaje respeta la libertad de ella y es lo que le admira y lo engancha a ella. Él nunca pretende enjaularla ni cortarle las alas, al contrario, ella le da alas a él. Eran dos apasionados locazos de primera, que se encuentran uno al otro y se ven de igual a igual. Siempre hubo apertura de que podíamos aportar nuestro grano de arena”, señaló Huerta.
El actor pudo acercarse a la esposa del agente de la DEA, lo cual lo ayudó inmensamente, pues no conocía el contexto y lo que se escribió de él fue de manera posterior a su muerte.
“Lo que no podías hacer era investigar sobre él porque se escribió de Kiki hasta después de que murió y preguntándole a gente a su alrededor, pero nunca hablaron con él. Desearía qu elo hubiera. Lo que él hizo fue ver las señales de la construcción de un imperio y nadie hizo nada al respecto. Hablé con Mika sobre qué hace real al personaje, porque también es como un superhéroe y él fue uno de esos tipos que luchan por hacer las cosas bien y luchar por el hombre común”, compartió Peña.
Aunque sus padres son mexicanos, el actor admite que desconocía esta cara de la historia de México así como la estrecha colaboración que existió entre el gobierno y los cárteles. Además de quedar cautivado con la historia de su personaje, Kiki Camarena, decidió entrar a este proyecto gracias a que era fan de Narcos. “A mí sí me gustaba mucho Narcos, en los primeros dos episodios de la primera temporada creo que captura a Latinoamérica mejor que muchas películas. Casi puedes olerlo. Pero a mí me capturó la historia, el ascenso, incluso el desarrollo de Félix Gallardo. El hecho de que en este show no sabes quién es bueno y malo y por qué hacen ciertas cosas”, dijo en entrevista con medios.
“En el caso de Amado Carrillo no hay mucho. Pero tuve la fortuna de hablar con gente que lo estuvo persiguiendo, que vivió con él y gente cercana a los hijos. Las anécdotas y todo con lo que lo pude ir tejiendo viene de esas fuentes, ellos fueron los que me contaron las cosas más sorprendentes. Eso fue lo que más me sorprendía, que en muchos casos la gente que lo perseguía era la que más lo protegía”, dijo el actor sobre la manera en que preparó a su personaje y lo que aprendió de él.
Crédito: Narcos