Mariana Chino
No solo en Puebla se corre el riesgo de sufrir un atentado como el de Mara Castilla, quien fue violada y asesinada por un taxista, pues recientemente una poblana publicó en facebook una denuncia en la cual relata cómo fue que se salvó de ser una víctima más de feminicidio.
Fue en Querétaro en donde la poblana Roxana Guadalupe tomó un taxi al salir de un curso de medicina a las 20:00 h para llegar a casa de su tía, sin imaginar la terrible situación que tendría que pasar ‘por ser una mujer que viajaba en la noche’.
Relata:
“Salí de un curso de Medicina, tomé un taxi donde mi destino era llegar a casa de mi tía. Era de noche, estaba todo oscuro, y el señor se desvió del camino, se fue por una carretera…
-Roo: Sr. este no es el camino.
-Taxi: Así me indica la ubicación, más a delante hay un retorno”.
La joven se dio cuenta que el taxista se desvió y pronto notó la actitud del hombre quien comenzó por masturbarse:
“Esto no era normal, sabía que algo extraño estaba sucediendo, la mirada del conductor por medio del retrovisor era muy acosadora. Me acerqué a la puerta de lado derecho, en la parte trasera y de pronto entre en Shok …vi que se sacó su cosa y…¡se estaba masturbando!”
Ese fue solo el comienzo de cómo Roxana Guadalupe luchó para salvar su vida y su cuerpo.
“No supe qué hacer… le grité: ¡deténgase, bájeme, bájeme! y me miraba con una repugnante mirada enferma. Intenté abrir la puerta y tenía seguro. Bajé la ventana, saqué mi mano y abrí la puerta.
Me jaló de la playera, la rompió literal, raspándome varias veces con sus manos parte de mi abdomen. Y dijo -tú no te vas- ¡grité! Gritaba, lo empujé y mientras íbamos en movimiento salí del auto.
Se detuvo y vi cómo se pasó a la parte trasera del coche y después no vi más. Y corrí como hacia un terreno. Creí que me seguiría, no veía nada, me cansé de correr me tire en las espinas y matorrales. No sabía que estaba pasando, lloré…
Grité a los coches ¡ayuda! y nadie se detuvo…. Saqué mi celular de mi mochila y llamé infinidad de veces a la policía y no tenía señal… A lo lejos vi una camioneta estacionada con intermitentes y corrí con todas mis fuerzas y era un señor …
Creí que no llegaría a casa a dormir, creí que eran los últimos segundos de mi vida, creí que jamás jamás me encontrarían…
Me ayudó el señor y llegó la policía… me desmayé… fue mucho, no pude más…. después llego mi tía y no podía creer lo que estaba pasando…”
A pesar de que ya hizo la denuncia, Roxana Guadalupe hace un llamado a la sociedad pues nunca creyó que algún día sería víctima de la violencia e inseguridad que se corre por ser mujer, además invita a las mujeres a ser sumamente cuidadosas con el transporte que abordan pues en México es una gran responsabilidad ser mujer.
