Toda persona en algún momento de la vida busca la opción de invertir, situación que muchas veces algunas “empresas” como Evo Life aprovechan para estafar; no obstante, pocas veces se suele desenmascarar a este tipo de redes, por lo que en MTP Noticias decidimos contar lo que sabemos del tema.
Evo Life o Evo Moment pertenece a la empresa internacional IM Mastery Academy. Llegó a México en 2018 y en casi seis años estafó a cientos de estudiantes mexicanos, así como a otros 450 en España. Incluso, en el país europeo cuenta con una denuncia colectiva por fraude, publicidad engañosa y delitos contra los derechos de los trabajadores.
La marca se describe como una supuesta academia de trading y tiene registro en tres sedes distintas, de acuerdo con la información que proporcionó Open Corporates y Better Business Bureau (BBB); además, cuenta con dos ubicaciones en Nueva York y otra en las Islas Mauricio, un paraíso fiscal.
No obstante, a pesar de los numerosos blogs, noticias e influencers que denuncian a esta empresa de “estafa piramidal”, IM Academy sigue mudándose de país en país, vendiendo un servicio que consiste en la promesa de enseñar trading, con una suscripción de 235 dólares y una mensualidad de 175 más como primeros movimientos.
¿Cómo opera Evo Life?
De acuerdo con algunos testimonios que se difundieron en internet, Evo Life aplica un modus operandi que seduce, manipula y hasta ejerce presión para orillar a miles de jóvenes a invertir su dinero en la supuesta academia, con a promesa de que pronto generaran el doble o el triple de ganancia, como mínimo.
Según investigaciones de algunos medios de comunicación, Evo Life llegó a estafar a varios jóvenes en el Estado de México, y recientemente comenzó a expandirse a Puebla a través de una exalumna de una de las preparatorias de la Benemerita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
En su momento, un testigo de nombre Víctor Hugo González explicó a un diario poblano que todo el movimiento se hacía por medio de WhatsApp; sin embargo, nunca respetaban horarios ni nada por el estilo; además de que toda la gente estaba supuestamente mandando “pruebas” del dinero que iba generando.
“El grupo de WhatsApp donde estaban todos los del equipo mandaba fotos con dinero, fotos de autos y principalmente de dinero y capturas de pantalla de cuentas bancarias. Te decían ‘recorta esto y súbelo como tuyo o métete a PicsArt y evita las letras del estado, bueno de la cuenta bancaria y ponla como tuya’… Cuando por fin me salí de esto fue un alivio enorme, como si me hubiera quitado un peso de encima, porque la presión que ejercen los que están arriba de ti de crear un nuevo rango y ayudar, disque ayudar a los que están abajo para meterles gente, es muy fuerte y a veces te están llamando a las once o doce de la noche”.