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Día del Escultor: ¿por qué se celebra el 6 de marzo? Esta es su importancia

Día del Escultor

Origen del Día del Escultor

El 6 de marzo se celebra a nivel internacional el Día del Escultor, con el claro objetivo de rendir homenaje a uno de los oficios de mayor relevancia para el arte debido a las grandes obras que existen en este rubro; sin embargo, poca gente sabe acerca del tema, por lo que en MTP Noticias decidimos contar lo que sabemos de esta grandiosa efeméride.

Escultor realizando una obra Créditos: Pixabay
¿Por qué se celebra el Día del Escultor?


La fecha se eligió por el nacimiento del escultor de origen italiano Miguel Ángel Buonarroti, quien realizó numerosos proyectos tanto en la escultura, como en la arquitectura, pintura y poesía. Una de las obras más emblemáticas del artista es la escultura de David, que se expone en Florencia.

Además de la obra de David, el artista realizó obras como La Virgen de la Escalera, El Baco con un Sátiro, La Piedad de la Basílica de San Pedro, El Ángel de la Basílica de Santo Domingo de Bolonia, El Cristo de La Minerva, y muchas otras más.

Un dato a tomar en cuenta sobre Miguel Ángel Buonarroti y la entidad de Puebla, es que en 2016, el Gobierno estatal hizo todo lo posible por traer una exposición de réplicas de varias de las obras de este artista, siendo una de las más exitosas que se vieron en los últimos años.

Así anunciaron la exposición de Miguel Ángel en Puebla Créditos: IMACP

¿Qué escultor es el más famoso?

Además de Miguel Ángel Buonarroti, hay otros escultores que dejaron huella en el mundo, como Alexander Calder, quien hizo Las nubes o El Circo de Calderm Flying Dragon; también se tiene a Antonio Canova, que tiene a su nombre las obras Eros y Psique, Las Tres Gracias, Teseo y El Minotauro.

En la lista también está Auguste Rodin, con El Pensador, El Beso o La Puerta del Infierno; Donatello, con David, Gattamelatta o María Magdalena Penitente; Fernando Botero, con Gato, La Maternidad o La Mujer con Espejo.

Finalmente, podemos enlistar a Gian Lorenzo Bernini, con Apolo y Dafne o El Rapto de Proserpina; y Louise Bourgeois, con La Destrucción del Padre, Arco de Histeria, Araña o Mamá.

Por Irving Sánchez / @irvingsannz

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