Todo poblano escuchó alguna vez hablar sobre Bosques de Manzanilla, un lugar que, como muchos otros en Puebla, pasó de ser una zona prehispánica a formar parte de la urbanidad, gracias al crecimiento de la población en la capital de la entidad.
No obstante, a pesar de que hoy en día es normal ver a Bosques de Manzanilla como una zona urbana más, pocos son los ciudadanos que recuerdan su pasado, por lo que en MTP Noticias decidimos contar lo que sabemos sobre esto.
De acuerdo con el arqueólogo Eduardo Merlo, quien compartió su testimonio para un diario poblano, esta zona vivió su auge entre 1929 y 1969, pues acogió desde actividades scouts, hasta juegos de béisbol, competencias de motocross o escenario de primeras comuniones.
Ahí, algunas familias solían acudir los fines de semana para pasarla bien; sin embargo, todo eso terminó en los años 70, cuando las administraciones optaron por comenzar con la tala de árboles para la formación y venta de terrenos, así como para construcción de unidades habitacionales.
El área antigua de Manzanilla se conformó por el Cerro de Manzanilla, el Parque de Manzanilla y la Hacienda de San Diego de Manzanilla, una extensión de terreno que abarcó desde la zona de La Resurrección hasta lo que es hoy la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya.
¿Qué hay en Bosques de Manzanilla?
Según se sabe, dicha zona prehispánica jamás se declaró como protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que quedó a expensas de lo que pudiera decidir en su momento las personas que ocupaban la gubernatura.
Eduardo Merlo replicó:
“Bosques de Manzanilla se trataba de un lugar con una historia impresionante porque contaba el inicio de nuestra era, lleno de una riqueza intangible por los asentamientos prehispánicos, de los cuales poco o nada quedan gracias al crecimiento de la mancha urbana y a la poca visión o visión económica de los gobiernos”.
Hoy en día, como cualquier zona urbana en Puebla, Bosques de Manzanilla cuenta con cientos de casas y departamentos, así como un sinfín de establecimientos; pero algo que llama mucho la atención es una antigua construcción de un “juego de pelota” de la época prehispánica que aún queda vivo, mismo que tal vez fue de los primeros en Mesoamérica.
Sin embargo, pese a que algunos vecinos incluso intentaron en su momento recuperar estos vestigios, los gobiernos de las tres órdenes jamás hicieron caso y dejaron en el olvido al legado histórico y cultural de Bosques de Manzanilla.