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En el Reino Unido, una niña de nueve años hará rehabilitación por su adicción al videojuego Fortnite, ya que no dormía y llegando hacerse del baño en su propio lugar por no querer separarse de la pantalla.
“Cuando le dimos permiso para jugar a ese juego no teníamos idea de su naturaleza adictiva ni del impacto que podía tener en su salud mental”, expresó Carol, la mamá de la chica.
“Este es un problema serio que está destruyendo la vida de nuestra hijita y alguien debe avanzar y prohibirlo antes de que se convierta en una epidemia”, señaló.
El juego ya fue descargado más de 45 millones de veces desde que se estrenó en julio del año pasado. Su versión más popular es Playerunknown’s Battlegrounds (PUBG), donde un centenar de usuarios se matan a tiros hasta que sólo queda uno.
“Mi hija está en terapia por la adicción que tiene. Se volvió solitaria, siempre irritada y perturbada tras jugar hasta 10 horas por día”, continuó.
La chica solía ser muy activa; sin embargo, sus padres comenzaron a notar su actitud ‘mas grosera’, hasta le pegó en dos oportunidades al padre cuando intentó quitarle la consola.
La chica les confesó que se conectaba al juego en medio de la noche y que jugaba hasta las 5 de la mañana, por lo que ya no podía prestar atención en el colegio, ni hacer deportes al aire libre.
Todo saltó cuando los padres encontraron un gasto de 50 libras en su tarjeta de crédito que correspondía a la venta de objetos in-game.
“En los últimos dos meses me contactaron docenas de padres con hijos de ocho años en adelante con síntomas de adicción al Fortnite”, aseguró Steven Pope, el psicólogo de la chica.
Con información de Cadena 3
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