Un hombre que se identificó como sacerdote, a quien le urgía ir a oficiar una misa, atropelló a una joven al salir de un estacionamiento en el Centro de Puebla.
Lejos de auxiliar a la víctima y ante los reclamos de la mamá, el párroco se puso violento al considerar que se estaban exagerando además de pedir en más de una ocasión que las mujeres se fueran de ahí.
“No fue para tanto” se le escucha decir a lo que la madre le reviró que minimiza el accidente porque no se trata de su hija.
Además, la mujer le recriminó el hecho de que sea un religioso y no predique con el ejemplo.” Por eso dejamos de ser católicos, por gente como usted”, le dijeron.
Al final, el hombre se fue sin hacerse responsable de los daños ocasionados.