En medio de señalamientos de corrupción de jueces y sin brindar datos duros de sentencias por casos de feminicidios, violencia familiar y agresiones contra mujeres, el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) Héctor Sánchez Sánchez rindió su informe de actividades de este 2020.
Con la presencia del gobernador Miguel Barbosa Huerta, el presidente de la Junta de Gobierno en el Congreso, Gabriel Biestro Medinilla, y los magistrados que conforman el Poder Judicial, Sánchez Sánchez presumió sus avances en materia de impartición y administración de justicia, destacando el fortalecimiento de la infraestructura del Poder Judicial en todo el estado en medio de la contingencia sanitaria.
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Entre estos se encuentra el Centro de Convivencia Familiar, proyecto contemplado para finales de 2019 y que no se consolidó hasta este año.
Asimismo, durante su exposición el magistrado presidente refirió que la mayor carga de trabajo se encuentra dentro de los juzgados familiares, donde se concentra más del 50 por ciento de los casos a desahogar, además de lograr órdenes de protección a favor de mujeres violentadas hasta en un mínimo de 40 minutos.
Sin embargo, fue omiso al hablar del Sistema de Justicia Penal Acusatorio, pues se negó a rendir datos de las cifras de personas judicializaste y sentenciadas por casos de feminicidios, violencia familiar y agresiones contra las mujeres.
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Todo ello en medio de señalamientos de corrupción por parte de jueces en el caso de Yamil Gómez quien fue liberado tras atropellar a Juan Carlos y de la falta de sentencias por violencia digital, a pesar de presumir que se han identificado estos problemas y han existido de enero a octubre 176 denuncias penales.