Todo poblano conoce o al menos escuchó hablar alguna vez en su vida acerca del Reloj El Gallito, mismo que se encuentra en Paseo Bravo, exactamente entre la Avenida Reforma y la 11 Sur; sin embargo, aunque es normal para muchos verlo a diario, poca gente es en realidad la que sabe acerca de su historia.
Ante dicha situación, en MTP Noticias decidimos contar todos y cada uno de los detalles sobre este legendario monumento que brinda la hora a los ciudadanos desde hace más de 100 años, además de que es un punto de encuentro para toda clase de citas.
Como ya se mencionó, el monumento se ubica en el Centro Histórico de Puebla y recibió este peculiar nombre debido a que en la punta de la torre cuenta con un gallo, por lo que a los poblanos se les hizo muy fácil decir que se trataba del Reloj El Gallito.
Según se sabe, la estructura se trató de un regalo que hizo la colonia francesa de Puebla con motivo de la celebración del centenario de la Consumación de la Independencia de México el 27 de septiembre de 1921, por lo que en 2024 hará 103 años de existencia.
El encargado de la ejecución de este proyecto fue Carlos Mastretta Magnani, quien era un emigrante italiano y quien además fue el patriarca de la familia poblana de la escritora Ángeles Mastretta, esta última autora de novelas famosas como Arráncame la vida o Mujeres de ojos grandes.
¿Cómo funciona el Reloj El Gallito?
De acuerdo con los historiadores, el diseño contempló la figura de un gallo para señalar los cuatro puntos cardinales en la entidad; además de que se basó en un estilo arquitectónico francés de inicios del siglo XX, con una estructura Art Nouveau.
Lamentablemente, en pleno siglo XXI el ave de la punta no se encuentra intacta, pues sufrió daños tras caer de su base durante el sismo de 1999, por lo que tuvo que repararse en los meses siguientes, teniendo una “renovación” en su diseño original.
A pesar de todo, el Reloj El Gallito continúa en la lista de los monumentos que se encuentran en el primer cuadro de la ciudad, los cuales conformaron el expediente que entregó Puebla para obtener la declaratoria de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Algo a tomar en cuenta es que su confección estuvo a cargo de la Relojería y Joyería La Esmeralda, en la Ciudad de México, misma que distribuyó más de 2 mil relojes que el gobierno de Porfirio Díaz compró entre 1897 y 1911, para regalar con motivo del centenario de la Independencia de México.
En un principio, el Reloj El Gallito funcionó de forma mecánica con cuerdas y pesas, pero en 2022 recibió un cambio a sistema mecatrónico. Este último proceso estuvo a cargo de la empresa Relojes Centenario, originaria de Zacatlán, por lo que, a menos hasta nuevo aviso, el monumento continuará atestiguando cientos de historias poblanas mientras da su hora.