“A nosotras nos capacitó la injusticia, la necesidad, la falta de interés de los gobiernos y hemos tenido que aprender, que formar una escuela para enseñarnos y protegernos las unas a las otras. Buscando aquello que debería ser parte del trabajo de las instituciones”, dice Kony Aguayo, una mujer de oficio taquera, quien desde su negocio hace activismo y apoya a los necesitados.
Hace siete años dirige el negocio que fundó su hermana, la ‘Taquería Viviana’, desde donde ha apoyado con comida a personas necesitadas y se ha convertido en un centro de activismo para feministas y madres buscadoras.
Dos años después de continuar con el legado familiar en el centro de Puebla, una tragedia sacudió a su familia: la desaparición de su sobrina Galilea Cruz Aguilar Aguayo de 21 años de edad en diciembre de 2018 en el municipio de Amozoc.
Han pasado cinco años y no hay avances en la investigación de la Fiscalía General del Estado de Puebla sobre lo que ocurrió con Galilea.
Kony Aguayo: de feminista a buscadora de su sobrina desaparecida en Puebla
Kony, ‘la dama de hierro’ –como la conocen– ya era feminista desde nacimiento, pero lo que pasó con su sobrina la caló aún más para indignarse con las desapariciones forzadas y la violencia machista que impera en todos lados.
Narra que antes de desaparecer, su sobrina estaba en una relación abusiva, pues su pareja ejercía violencia sobre ella: no la dejaba tener redes sociales, usar el celular e incluso censuraba su forma de vestir.
Ese hombre fue la última persona con la que vieron a Galilea, quien antes de desaparecer, le dijo a su tía que quería separarse de él y que comenzaría a trabajar en un establecimiento en la 5 de mayo en Puebla.
La joven acudió a su primer día de trabajo, pero al siguiente, se le vio afuera del local y llegó su pareja, quien se la llevó y jamás la volvieron a ver.
Después de eso la llamaron y no contestó. Como ya era costumbre que no tuviera contacto con la familia porque su pareja la censuraba, pensaron que ella los buscaría en las fiestas decembrinas, Día de Reyes o en su cumpleaños (14 de enero), pero eso no pasó.
La buscaron en la vivienda donde vivía y se encontraron con que ya estaba deshabitada y tenía letreros de renta.
Después de dos años y medio de que la Fiscalía General del Estado (FGE) estancara la investigación, encontró respaldo en el colectivo La Voz de los Desaparecidos que encabeza María Luisa Núñez en Puebla, al que se sumó.
“Eres de las razones que me mantiene firme”, le escribió Kony a Galilea en sus redes sociales hace unos días.
Incluso en su área de trabajo, siempre tiene el recuerdo de la joven junto a ella, su fotografía enmicada.
La activista que ha convertido su taquería en centro de ayuda.
Aparte de su activismo, Kony, administra dicha taquería, desde donde apoya a otras personas con alimentos.
“Cuando podemos ayudar, ayudamos, cuando podemos dar, siempre lo vamos a dar con el corazón. Esas eran las acciones de mi hermana (Viviana). No tenemos dinero, pero tenemos comida y si en algo podemos ayudar, es en eso”, dijo.
Cuenta que ella se abrió paso como taquera y ha convertido el negocio en un establecimiento con sentido social, pues aparte de deleitar el paladar de los comensales, se da trabajo a madres solteras, mujeres jóvenes o con antecedentes penales.
La Taquería Viviana se ubica en la 8 Oriente 402 en el Centro Histórico de Puebla. Aquí se preparan tacos árabes, al pastor, de lengua de res, machito y más, acompañados de sus únicas, picantes y deliciosas salsas.
Kony Aguayo recuerda que empezó de cero y ahora es una experta montando un rollo y cortando la carne.
Tiene mucha creatividad y constantemente innova, no deja pasar ninguna fecha en especial, pues saca sus mejores recetas –según la temporada– para sorprender con salsas de pétalos de rosa, huitlacoche, chocolate, manzana y violeta.
“Ha sido difícil ganar un lugar en este oficio, más porque es reinado por los hombres y esto ha sido un motivo de orgullo”, reconoce.
A lo largo de este tiempo, ella ha buscado innovar para mantener a flote la taquería como el 14 de febrero de este 2023 que se inventó el ramo de tacos con salsa de fresa y pétalos de rosa; el corazón, la gringa ‘forever alone’.
En Día de Muertos, comercializa de chocolate y huitlacoche, o en Navidad, los tacos navideños con salsa de manzana.
En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, reconoció a tres activistas: a María Luisa Núñez, fundadora del colectivo La Voz de los Desaparecidos; Itzel Sánchez, del colectivo Técnicas y Rudas así como a la periodista Aranzazú Ayala –quienes han acuerpado la búsqueda de personas desaparecidas en Puebla– impregnando sus rostros en tortillas de tacos árabes.
Diariamente Kony empieza a trabajar desde las 7:00 horas preparando lo necesario para sus productos. A las 10:00 levanta cortina y comienza el día laboral hasta la media noche.
¿Qué significa para Kony Aguayo el 8M?
“Invitamos a la sociedad que no nos feliciten, porque no es un día de fiesta, es un día de lucha, de marcha, de protesta que hacemos año con año para recordarles a los que están en el poder que las mujeres siguen saliendo a las calles porque no están seguras, que siguen siendo agredidas”, pidió Kony Aguayo ante el 8M.
Llamó a las mujeres, que no hayan perdido a una persona, a que se sumen a las marchas de este Día Internacional de la Mujer, pues considera que no es necesario estar en esa situación para marchar y exigir justicia por las que ya no están.
Comentó que además de tener una taquería, ser feminista y activista, es una madre o mujer buscadora, que sale a las brigadas con el colectivo La Voz de los Desaparecidos en Puebla para hacer el trabajo que no están haciendo las autoridades.
“A nosotras nos capacitó la injusticia, nos capacitó la necesidad, la falta de interés de los gobiernos y hemos tenido que aprender, que formar una escuela para enseñarnos y protegernos las unas a las otras. Buscando aquello que debería ser parte del trabajo de las instituciones”, expresó en entrevista con MTP Noticias.
Kony Aguayo considera que desde que nació ya era feminista, pues su madre, se los inculcó a pesar de no tener los conocimientos y encontrarse en otra época.
“Mi madre nos inculcó este derecho, entre que todavía no era muy conocida esta mentalidad (el feminismo), el que te dieran la libertad de decidir. Le agradezco a mi madre que me diera la posibilidad de elegir, de hacer lo que yo quisiera”, destacó.
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