Edgar estaciona su auto en la autopista México-Puebla y abre su cajuela, saca yogures bebibles fríos de sabores y los regala a peregrinos que se dirigen a la Basílica para ver a la Virgen de Guadalupe en la Ciudad de México.
“Es para devolver un poco de lo recibido, agradecer más que nada la salud y que estamos con bien”, dice a MTPNoticias.
El hombre de tez clara, de unos 40 años de edad, es originario de la Ciudad de México, desde hace ocho años cada 10 y 11 de diciembre sale a repartir las bebidas a los peregrinos.
Así lo aprendió de sus padres, quienes ya tienen 20 años haciéndolo, pero en la Ciudad de México en la Calzada Zaragoza.
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El migró a Puebla y lo hace en la autopista México-Puebla, a veces va con su familia y otras lo hace solo, no ha faltado ni un año desde 2016.
“Se siente bonito, la gente te agradece y te dan bendiciones”, dice Edgar sobre lo que le provoca regalar una bebida a los peregrinos.
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Así el fervor de peregrinos que viajan para ver a la Virgen de Guadalupe
A pie, en bicicleta o en motocicleta, cientos de peregrinos de Puebla y el sur del país, atraviesan la autopista México-Puebla y la carretera federal Cholula-Huejotzingo para venerar a la virgen de Guadalupe en la Basílica.
La fe, los mueve, los hace aguantar las inclemencias del tiempo, los tramos empinados y los vehículos que pasan al ras de sus cuerpos.
Mujeres y hombres llevan a sus hijos en brazos, en la espalda o en el portabultos de la bicicleta.
Otros cargan cuadros o imágenes de la virgen morena.
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Fátima salió con la agrupación de ciclistas de Santa María Nenetzintla, Acajete, a las 8:00 horas de este miércoles y prevé llegar a la basílica de Guadalupe a las 19:30 horas.
Tiene 18 años de edad, la primera vez que salió en peregrinación tenía 15, cada año le pide por la salud de su familia en especial su mamá.
“Todo lo que le he pedido me lo ha cumplido”, dice a MTPNoticias y luego continúa su recorrido, tras haber hecho una parada en la autopista donde los compañeros que ya estaban cansados se subieron a un autobús.