“Prefiero aventarme de la terraza, prefiero morirme a irme con la persona que me hizo daño”, gritó Sofía de ocho años de edad a un grupo de más de diez hombres y mujeres que tumbaron la puerta de su casa en San Andrés Cholula, Puebla, para sacarla a la fuerza y llevarla con su padre, César.
Este domingo nueve de febrero de 2024, Rocío Macías, madre de la menor, denunció que sin notificarle, sin identificarse, ni mostrar la orden del juez, el viernes nueve de febrero de 2024, la ministerio público María Lourdes Toral y otras personas, irrumpieron por la fuerza en su casa en el fraccionamiento Nobel en la colonia Gobernadores y sacaron a jalones a la pequeña.
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Esto para cumplir la orden del juez Julio Vargas de otorgar la custodia a César, su expareja, pese a que en 2019 lo denunciaron por agredir sexualmente a la pequeña.
“Se llevaron a mi hija de mi casa con un grado increíble de agresión (…) estaban tirando las puertas, llegó un grupo de personas, alrededor de 13. Mi hija de ocho años estaba acostada viendo televisión (…) rompieron los vidrios y lograron entrar. Ella subió corriendo a la azotea donde les gritó que prefería aventarse, prefería morirse a irse con la persona que le hizo daño”, relató.
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Rocío Macías se separó de César en 2017, pese a que su expareja la agredió y en una ocasión le arrebató a la niña y la incomunicó por dos meses y dos semanas, aceptó compartir la custodia.
Durante dos años la pequeña Sofía pasó los lunes a viernes con su madre y los fines de semana con su padre.
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Hasta que a la edad de tres años le contó a su mamá los tocamientos lascivos que su padre le hacía cuando se encontraban a solas, por lo que Rocío Macías lo denunció, carpeta que quedó archivada y no procedió.
Pasaron cinco años y la mujer mantenía la custodia de su hija pero seguía buscando justicia para su pequeña.
Sofía fue sincera y firme en lo que sentía, una y otra vez le dijo a las psicólogas del Centro de Convivencia Familiar del Poder Judicial y a quienes la entrevistaron, que no quería estar con su padre, le tenía miedo.
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Tumban la puerta y sacan a jalones a menor para llevarla con su padre en Puebla
El viernes nueve de febrero de 2024, Rocío Macías salió de casa y acudió a Ciudad Judicial a darle seguimiento a las denuncias contra su expareja, César.
Dos minutos después de salir de casa, más de diez personas -algunos con playeras de policías municipales- llegaron a su casa y exigieron entrar.
Martín Macías, abuelo de la pequeña, les pidió identificarse y amagaron con llevárselo detenido. Al no abrirles, sacaron un marro y rompieron los vidrios y la puerta.
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Ingresaron por la fuerza, Sofía de ocho años que estaba viendo la televisión en una recámara se asustó, corrió, no quería irse de casa.
Subió a la azotea y gritó que prefería aventarse antes que irse con su padre, su violentador, pero eso no detuvo la diligencia.
Una vez que la agarraron, la pequeña pedía a los hombres y mujeres que la dejaran despedirse de su madre, que esperaran a que ella llegara.
Nadie le hizo caso y les suplicó que al menos dejaran que entrara por su conejito al cuarto de su madre, un peluche que la acompaña a diario y del que no se despegaba, pero también le negaron esa petición.
“La sacaron como una criminal, como una delincuente, a jalones. Ni siquiera pudo ponerse sus zapatos ni su suéter”, recuerda Martín Macías, abuelo de Sofía, quien estuvo presente en las diligencias.
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Rocío Macías acusa que hay varias irregularidades en la entrega de la custodia a su expareja, pues no se tomó en cuenta la denuncia por abuso sexual en agravio de su hija y se desestimaron lo que la menor le decía una y otra vez a las sicólogas.
Misteriosamente el abogado, Silvestre, quien llevaba el caso de Rocío, la abandonó y presume que recibió dinero de su expareja para no hacer su trabajo.
Rocío es víctima de violencia vicaria: activista
Una activista representante del Frente Nacional Contra Violencia Vicaria en Puebla, acusó que en el Centro de Convivencia Familiar se cometen muchas irregularidades.
Acusó que las autoridades con cómplices de la violencia vicaria que ejerce Cesar contra Rocío Macías.
“El 27 de enero denunciamos la corrupción en el Centro de Convivencia, pareciera que tienen la consigna en Cecofam de favorecer a todos los padres en el estado. Ya nos manifestamos en enero pasado y queremos que haya un castigo a las personas, a las autoridades que cometieron esta atrocidad contra una niña de ocho años”, exigió.
Pidió al gobernador Sergio Salomón Céspedes y a la titular del DIF estatal, Gaby Bonilla, su intervención, para que se haga justicia y se rescate a una menor que está en manos de su agresor sexual.
