“Lo que se ve en las noticias no se asemeja a lo que se vive allá”, contó la sobrina de Fidelina Bonilla, familia poblana damnificada por el paso del huracán Otis en Acapulco, Guerrero.
Seis días después de la catástrofe, Fidelina Bonilla, su prima Canalizo Chino y sus tres sobrinas pudieron regresar a Puebla a través de la ayuda que envió el gobernador Sergio Salomón Céspedes para sacar a las paisanas a bordo de un helicóptero del Gobierno del Estado.
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Durante una reunión con el secretario de Gobernación de Puebla, Javier Aquino Limón, contaron los momentos difíciles que vivieron durante las horas posteriores al impacto del huracán en costas guerrerenses.
Ellas se encontraban en el municipio de Atoyac de Álvarez que se encuentra sobre la costa de Guerrero, a 84 kilómetros de Acapulco y a 181 kilómetros de Chilpancingo, la capital del estado a la que fueron trasladadas en helicóptero y de ahí partieron vía terrestre a Puebla.
“Lo que se ve en las noticias no se asemeja a lo que se vive allá, nosotros estuvimos en una comunidad cerca de Acapulco llamada Atoyac y es nada lo que hemos aquí (imágenes de la tragedia)”, dijo una de las sobrinas.
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En este punto la devastación también fue importante, pues el paso del Huracán Otis afectó considerablemente toda la zona, pero la ayuda aquí no llega, debido a que se queda en Acapulco.
Familia poblana damnificada por Otis: “lo que se ve en las noticias no se asemeja a lo que se vive allá”
Una de las sobrinas contó que si no fuera por esta ayuda, hubiesen permanecido en Guerrero 15 días más, que era el tiempo estimado para evacuar la zona de desastre, por lo que se contactaron con el Gobierno de Puebla con la esperanza de salir antes.
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En su testimonio contaron que en Atoyac de Álvarez la devastación era considerable, ya escaseaban los alimentos, el agua y los servicios básicos para vivir.
La gente hacía filas por horas para abastecer sus vehículos con gasolina para buscar víveres en municipios donde la devastación fue menor o incluso salir del estado.
Ante esto, ellas agradecieron que el Gobierno de Puebla hiciera lo posible para ayudarlas a salir de ahí para regresar a su casa en Puebla y reunirse con sus familiares.
“Agradecemos el que nos hayan podido ayudar a salir de la zona de desastre, realmente no había manera de salir del lugar”, dijo Fidelina Bonilla durante su reunión con el secretario de Gobernación.
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La familia aprovechó la oportunidad para pedirle a los poblanos que no dejen de donar víveres, debido a que hay muchas personas que no han podido acceder a alimentos básicos y es necesario apoyarlas en lo que se reconstruye la costera de Guerrero.
Fue el 29 de octubre cuando el Gobierno de Puebla envió un helicóptero lleno de víveres a Acapulco y en esa misma aeronave rescatarían a las cinco poblanas varadas en la zona para trasladarlas a Chilpancingo y ahí regresar al estado vía terrestre.
Por Jacqueline Steffanoni/ @jacquelinesteff
