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El presidente Enrique Peña Nieto reconoció que hay pendientes en materia de seguridad aunque refirió que esto se debió a la falta de preparación de las corporaciones locales así como el que no se haya aprobado la ley del Mando Único.
“Estoy consciente de que no alcanzamos el objetivo de recuperar la paz y la seguridad para los mexicanos en todos los rincones del país. Para hacer realidad este anhelo compartido por todos los mexicanos se requerirá sin duda de un esfuerzo sostenido por largo tiempo firmemente apoyado con recursos públicos”, dijo el presidente.
Peña Nieto dijo que durante los primeros años de la administración se lograron importantes reducciones en los niveles de violencia.
“Sin embargo, ese mismo debilitamiento provocó el surgimiento de bandas criminales de menor tamaño sin que existieran en el ámbito local las capacidades policiales necesarias para enfrentarlas con eficacia”.
También recordó que diciembre de 2014 promovió una reforma constitucional para establecer 32 policías estatales únicas, sólidas y confiables en las entidades federativas.
“A pesar de que esta iniciativa no prosperó en el Congreso estoy convencido de que el fortalecimiento de las policías locales es indispensable para lograr un auténtico estado de derecho”, dijo.
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Peña Nieto también reconoció la labor de las fuerzas armadas en las labores de seguridad, lo cual dio paso a un sonoro aplauso que se extendió por 49 segundos.
Peña Nieto inició el mensaje de su Sexto Informe de Gobierno con la defensa de las reformas estructurales implementadas en su gobierno las cuales dijo son “el mayor logro” de su administración.
“Las reformas estructurales son, sin duda, el logro más trascendental de esta administración y nuestra mayor aportación al futuro desarrollo del país”, dijo.
Asimismo, dijo que en su administración privilegió la política, el diálogo y la coordinación, como las vías para fortalecer las instituciones.
Al evento realizado en Palacio Nacional acudieron los 32 gobernadores, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar; el presidente del Senado, Martí Batres, y de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, así como los integrantes del gabinete y empresarios como Carlos Slim y Germán Larrea.
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Peña Nieto también estuvo acompañado por su esposa, Angélica Rivera, y por sus hijas Paulina Peña y Sofia Castro.
El mandatario mexicano ha iniciado desde días atrás una campaña en la que ha hablado de los logros de su administración a la par que ha reconocido los pendientes que dejará al próximo gobierno.
Peña Nieto –que llega a la recta final de su gobierno con un 18% de aprobación– ha abordado en ese sentido la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la investigación de la casa blanca, el impacto que tuvo en la población la liberación del precio de las gasolinas, su relación con el presidente estadounidense Donald Trump y los faltantes en materia anticorrupción.
En el informe que entregó el presidente al Congreso, se hace una defensa los supuestos beneficios que han traído las reformas que ha impulsado desde el inicio de su sexenio, como las de energía, telecomunicaciones y educación, algunas de las cuales están bajo amenaza del próximo mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
En el documento de 700 páginas, Peña Nieto enumera los supuestos logros en tres ejes: democratizar la productividad, gobierno cercano y moderno, y perspectiva de género.
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El mandatario asegura que el país cuenta con bases sólidas para aspirar a estadios más elevados de prosperidad, inclusión y cohesión social, condiciones necesarias para consolidar una sociedad de oportunidades para todos los mexicanos.
Crédito: ADN Político
