Johanna es una mujer mexicana que cumple una sentencia en una cárcel de México, debido a que la usaron como ‘mula’ para transportar droga en su cuerpo desde Ecuador.
“Las cosas que hiciste ya no las puedes borrar, pero a partir de esta experiencia puedes escribir una historia diferente en tu vida”, dijo Johanna, en una entrevista del podcast Privadas de la libertad conducido por Saskia Niño de Rivera.
Johanna comenzó a trabajar en el tráfico de drogas a los 18 años de edad, cuando conoció al ‘vagón número 1’, lo que le cambió su vida por completo, pues él la introdujo al sistema del narco.
Puedes leer: Visa para viajar a Estados Unidos: puedes evitar la entrevista, aquí te contamos
Sin embargo, fue hasta los 22 años de edad cuando la detuvieron por primera vez tras robar productos de un supermercado, pero se justificó diciendo que era la única manera de sobrevivir.
Pero la vida con ‘el vagón número 1’ fue más que una historia de maltrato, ya que además de consumir drogas, aprendió diferentes “mañas” para meterse de lleno al robo en distintos aspectos.
Fueron cuatro años los que vivió al lado de él, pero narró que fueron los peores de su vida, pues estuvo en un mundo donde los celos enfermizos gobernaban y el maltrato físico y verbal era de todos los días.
Johanna, la mujer mexicana que se tragaba bolsitas de cocaína: así comenzó
La vida de Johanna cambió cuando su regresó a vivir con su madre en Tacuba, Ciudad de México, pues tras aprender las “mañas” que su primera pareja le enseñó, siguió con el consumo de drogas, lo que la llevó a conocer a varios dealers.
Y fue entonces que se percató que el mundo del narco le proveía todo aquello que siempre quiso, por lo que ya no solo consumía marihuana, sino drogas más fuertes, con las que pretendía olvidar su pasado.
Te sugerimos: Rosa Itzel va a la papelería y muere por una bala perdida, tras riña entre taxistas en CDMX
Tras el consumo excesivo de drogas, a Johanna le ofrecieron ahora venderla, mismo que sin dudarlo accedió, ya que fue una manera de tener dinero “rápido”; sin embargo, el modus operandi no era sencillo, pues tenía que transportar la droga dentro de condones, mismos que tragaría.
Pero no lo dudó, debido a que le prometieron que le pagarían viáticos, un alto sueldo para que viajará a países de Sudamérica, y sobre todo le tramitarían su pasaporte, por lo que Johanna accedió, y fue ahí donde comenzó su calvario.
El trabajo “mula” para Johanna: este era el modus operandi
El modus operandi consistía en llevar la droga en el estómago, y su entrenamiento comenzó con la ingesta de uvas, para después cambiarlas por pasas. Posteriormente, llena un condón con agua y se lo tragaba.
“Te la tragas para que vean cómo entra en tu tracto digestivo para ver si llega al final del tracto”, dijo refiriéndose a expulsarlos al ir al baño. “Sí me dio miedo, pero ya al momento de la ejecución”, señaló.
Lee más: Kevin avienta a su novia de un puente tras discusión en CDMX (VIDEO)
El siguiente paso es comer un pollo rostizado completo para observar qué tan grande puede hacerse su estómago.
En una ocasión viajó desde Ecuador a México con 40 bolsitas cargadas de cocaína, pero fue donde la descubrieron y la detuvieron, durante una escala hecha en Perú.
Ahora Johanna pasa sus días en una cárcel, pero espera salir en dos años más tras cumplir su condena, mientras tanto toma terapia psicológica y de desintoxicación.
Por @MTPNoticias/ MTP Noticias