Como si hubiera emulado al escritor Jorge Luis Borges, el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aplicó “el olvido” como “única venganza”, pues en su última aparición pública y donde le gritaron “no nos fallaste Andrés Manuel” -en la toma de protesta de la presidenta Claudia Sheinbaum– ignoró y siguió de largo al encontrarse cara a cara con Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La controversial reforma al Poder Judicial y que, aunque ya es ley, mantiene paralizado al Poder Judicial con sus trabajadores en todo el país en pausa, enemistó al exmandatario con Norma Piña, quien no apoyó ni apoya la legislación que considera una intromisión del ejecutivo.
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Este fue el único desaire que hizo López Obrador en la Cámara de Diputados este martes primero de octubre de 2024, en donde lo cobijaron los diputados de Morena y aliados quienes corearon, por última vez, “¡es un honor estar con Obrador!”.
Alrededor de las 10:15 horas, López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez salieron de su casa en Tlalpan, donde ya pasaron la noche tras dejar Palacio Nacional, para dirigirse al Palacio Legislativo en San Lázaro.
En el camino, decenas sino es que cientos de personas todavía interceptaron su automóvil Jetta de color blanco, para aplaudirle.
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AMLO desaira a Norma Piña en toma de protesta de Sheinbaum: “el presidente más querido”
A San Lázaro llegó antes que Sheinbaum, como lo marcaba el protocolo, lo recibió una comitiva y al ingresar a la Cámara se escuchó casi al unísono “es un honor estar con Obrador”.
Aplausos y decenas que le pedían una última foto -pues desde meses atrás aseguró que la toma de protesta marca el inicio de su retiro de la vida pública- acompañaron la última caminata de Andrés Manuel en la escena mexicana.
Saludó fraternamente a Ifigenia Martínez -presidenta de la Cámara de Diputados- y a todo el estrado, excepto a Norma Piña, con quien no cruzó ni la mirada.
Tras entregarle la banda presidencial, precisamente a Ifigenia Martínez, y de que Claudia Sheinbaum tomará posesión del cargo de presidenta de México, ella en su discurso le rindió homenaje a López Obrador.
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Lo describió como “uno de los grandes”, “el presidente más querido, solo comparable con Lázaro Cárdenas”. Aseguró que hoy -primero de octubre- “con certeza” el pueblo lo ha juzgado y que es “el luchador y dirigente social más importante de la historia”.
Afirmó que su mandato lo termina con más amor del pueblo del que con el que inicio.
Andrés Manuel lució emocionado y sonriente durante las palabras. Tras los 50 minutos de mensaje de la presidenta Ifigenia Martínez, quien pidió unos minutos para despedir a López Obrador.
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La comitiva que lo acompañó a su llegada se encargó también de escoltarlo para que saliera del recinto.
No sin antes despedirse de Claudia Sheinbaum con un abrazo y un beso en la mejilla, modestamente López Obrador volteó al recinto y ondeó la mano para decir adiós.
“No nos fallaste Andrés Manuel”, se escuchó de entre la tribuna mientras la silueta del expresidente -el primero de Morena- dejaba San Lázaro.
