Entre la traición de los Yunes, la detención del papá del diputado de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda; presiones por parte del régimen y protestas, aprueban en el Senado de la República la reforma al Poder Judicial con 86 votos a favor, 41 en contra y cero abstenciones.
Casi a la par que el emecista salía de los juzgados de Campeche con su padre, sin dar una explicación de cómo fue la aprehensión, inició la votación en la Casona de Xicoténcatl que usaron como sede alterna, debido a protestas en la Cámara de Senadores.
Legisladores como Alejandra Barrales y Luis Donaldo Colosio Riojas pidieron esperar al senador de Movimiento Ciudadano, que se pospusiera la votación, pero ya no había nada queahecer.
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Se supo que Morena y sus aliados lograron mayoría calificada desde el fin de semana cuando Miguel Ángel Yunes Márquez le apagó sus teléfonos a su dirigente nacional, Marko Cortés del PAN, así como a sus compañeros.
Trascendido en columnas que ya se había “vendido” a Morena a cambio de impunidad, debido a que sus familiares tienen varias carpetas de investigación por diversos delitos en Veracruz.
Alrededor de las 13:00 horas apareció el papá, Miguel Ángel Yunes Linares al Senado para rendir protesta como suplente de su hijo, pues según dijo, estaba mal de la columna y por eso, pro razones de salud, solicitó licencia.
Ya sin sorpresas, lo acobijó la bancada del partido en el poder y tras asumir el escaño, se enfrentó a los reclamos de Marko Cortés, quien lo tachó de traidor.
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“El PAN les dio todo pero no estás traicionando al PAN querido Miguel, estás traicionando al pueblo de México que votó por un contrapeso”, le dijo el panista, que fue quien le autorizó la candidatura en la elección del pasado 2 de junio.
Yunes papá respondió que él no le debe nada a nadie y que estaba en n su derecho de votar como quisiera además que su hijo sí daría la cara.
Las horas de discusión pasaron hasta que un grupo de manifestantes, entre estudiantes, trabajadores del Poder Judicial federal y ciudadanos irrumpieron el pleno del Senado con consignas como “en dónde están, en dónde están, esos senadores que nos iban a escuchar”.
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En medio de los gritos en contra de quienes consideran “traidores” a la patria al acabar con la autonomía del Poder Judicial y dar paso a la elección de jueces y magistrados por voto popular, los morenistas y aliados se fueron a la sede alterna, en la Casa Xicoténcatl.
El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, suspendió la sesión y convocó a reanudar a las 19:00 horas.
Poco a poco se fueron para allá los senadores. En el camino, a Colosio lo atacaron con gasolina en la cara y consideró que no había condiciones para que la sesión se realizara. Sin embargo, no lo escucharon.
La sede la rodearon granaderos, quienes más tarde se enfrentaron con gases y extintores contra los manifestantes como una forma de ineludibles acercarse.
Afuera estaban los gritos y la sesión iniciaba en la que hubo una docena de intervenciones de todos los partido políticos.
Los panistas tomaron la tribuna y desde ahí dieron la última batalla en denunciar el “secuestro” de uno de los legisladores de oposición.
Exigieron frenar la sesión pero cada vez más se acercaba la hora de votar.
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Entre traiciones, aprueban reforma al Poder Judicial: Yunes se convirtió en el voto 86
Ya para la sede alterna reapareció Yunes hijo y retomó su lugar a pesar de que supuestamente estaba “enfermo”.
Al hacer uso de la palabra desde tribuna, justificó el por qué pasó de asegurar que votaría en contra, junto con su bancada del PAN a sumarse a Morena.
Según dijo, se ausentó en estos días para revisar a detalle el dictamen y entendió que el país no corre riesgos de una dictadora.
“El riesgo de una dictadora, solo existe en quienes piensan en la dictadora. Estoy seguro que ninguno de los de aquí presentes queremos para México un gobierno dictatorial”, dijo antes de anunciar que votaría a favor.
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Ya ubicado con la bancada de Morena, al igual que su padre que estuvo ocupando una curul, votó en el sentido que se esperaba, a favor.
Al momento de su votación, recibió rechiflas y los gritos de “traidor” entre sus excompañeros de la oposición, pues hizo campaña contra esta reforma judicial y el régimen de Andrés Manuel López Obrador.
Cuando dijo “votó a favor”, le hicieron repetir por el eco y después le aplaudió Morena, convirtiéndose así en el voto 86 que esperaba Morena para obtener la mayoría calificada.
Sobre los poblanos, Néstor Camarillo votó en contra “por los jóvenes y por Puebla”.
Lizeth Sánchez e Ignacio Mier, a favor, como ya se sabía.
