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De acuerdo con cifras del Movimiento Migrante Mesoamericano, siete de cada 10 mujeres migrantes sufren abusos sexuales durante su viaje rumbo a Estados Unidos, y nueve de cada 10 sufren acoso sexual. Ante los múltiples casos de abusos y violaciones, muchas mujeres migrantes recurren a anticonceptivos hormonales como Depo-Provera, también conocido como “inyección anti-México“. (Vía: El País)
En su mayoría, las mujeres huyen de sus países de origen porque sufrieron violencia intrafamiliar, fueron víctimas de inseguridad e incluso obligadas a trabajar para mantener a sus parejas. “Tengo miedo de subirme al tren, pero más miedo me da regresar a mi país”, señalan. (Vía:Movimiento Migrante Mesoamericano)
Falacias xenofobicas: "Los migrantes vienen a quitarnos trabajos"
Ejem… Ni siquiera vienen a quedarse aquí, van para EU, de hecho el cierre de fronteras en México corresponde principalmente a intereses gringos, quienes controlan el flujo migratorio son ellos. #CaravanaMigrante
— ????????? ?? ?????????????? (@UnaCorvida) October 20, 2018
Antes de su paso por México rumbo a Estados Unidos, muchas mujeres migrantes se inyectan el anticonceptivo hormonal Depo-Provera, que impide la ovulación durante tres meses con una eficacia del 97%, para evitar un embarazo producto de la violación. El Depo-Provera ha sido llamado “inyección anti-México“, pues las mujeres migrantes corren un alto riesgo de ser violadas a su paso por este país, ya sea por los llamados “coyotes”, bandas del crimen organizado o por alguna autoridad policiaca.
Algunas organizaciones han alertado del peligro del Depo-Provera, que puede ocasionar problemas en los huesos y trastornos hormonales. De acuerdo con El País, este medicamento ha sido introducido en la región como método de esterilización masiva.
Dicen que la mayoría de las personas migrantes que están entrando a México son mujeres. Me parte el corazón pensar que están entrando a la boca del lobo feminicida y tratante.
— Karla Motte (@karlamotte) October 19, 2018
Además, como señala la cineasta migrante Marcela Zamora, los métodos anticonceptivos hormonales no las protegen de enfermedades como el VIH.
Las mujeres migrantes también recurren a vendarse los senos y pintarse barba y bigote para hacerse pasar por hombres para evitar las agresiones sexuales, de acuerdo con experiencias recopiladas por el Centro de Día Un paso a la Esperanza. (Vía: Milenio)
Ante el peligro de ser agredidas por hombres, muchas mujeres también recurren a tener un “marido”. Se unen a grupos de hombres migrantes como ellas, con quienes acuerdan protección a cambio de relaciones sexuales durante el trayecto. (Vía: El País)
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Crédito: Plumas Atómicas
Foto: Internet