Los atentados contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, a los que también se les conoce comúnmente por los numerónimos 11-S u 11S, fueron una serie de cuatro ataques terroristas suicidas que se cometieron en Nueva York, Estados Unidos, por el grupo terrorista Al Qaeda.
Dicha mañana, 19 terroristas de Al Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales en pleno vuelo que viajaban desde el noreste de Estados Unidos a Los Ángeles y San Francisco. Los secuestradores se organizaron en tres grupos de cinco y un grupo de cuatro.
Se dice que cada grupo tenía un secuestrador con entrenamiento de vuelo, mismo que se hizo cargo del control de las aeronaves, pues el objetivo explícito era estrellar cada avión contra un edificio prominente, causando bajas masivas y destrucción parcial o completa de las construcciones a atacar.
Caída de las Torres Gemelas en Nueva York
El primer avión en alcanzar su objetivo fue el vuelo 11 de American Airlines. Este se estrelló contra la Torre Norte del complejo World Trade Center, en el Bajo Manhattan de la ciudad de Nueva York, a las 8:46 horas; diecisiete minutos después, a las 9:03 horas, se golpeó a la Torre Sur del World Trade Center con el vuelo 175 de United Airlines.
Ambas torres de 110 pisos se derrumbaron en una hora y cuarenta y dos minutos, lo que llevó al colapso de otras estructuras del World Trade Center, tal como el 7 World Trade Center; además, se dañó significativamente los edificios circundantes.
Un tercer vuelo, el vuelo 77 de American Airlines, que despegó del Aeropuerto Internacional de Dulles se impactó a las 9:37 horas contra el lado oeste del Pentágono, en el condado de Arlington, Virginia, lo que causó un colapso parcial de ese lado del edificio.
Sobre el cuarto y último avión que secuestraron, se sabe que fue el vuelo 93 de United Airlines, que iba en dirección a Washington, D. C.; este mismo, cayó en un campo cerca de Shanksville, Pensilvania, a las 10:03 horas, luego de que los pasajeros del avión intentaron recuperar el control de la aeronave.
Estados Unidos vs. Al Qaeda
Inmediatamente después de los ataques, las sospechas cayeron rápidamente sobre Al Qaeda. Los Estados Unidos, bajo la administración de George W. Bush, respondieron formalmente lanzando la guerra contra el terrorismo e invadiendo Afganistán.
Lo anterior, con el objetivo de deponer a los talibanes, que no habían cumplido con las demandas de Estados Unidos de expulsar a Al Qaeda de Afganistán, y extraditar al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, quien escapó a las montañas, donde los norteamericanos lo atacaron sin éxito alguno, pues escapó.
Aunque Bin Laden inicialmente negó cualquier participación, en 2004 se atribuyó formalmente la responsabilidad de los ataques. Después de evadir la captura durante casi una década, se localizó a bin Laden en un escondite en Abbottabad, Pakistán, y posteriormente se le asesinó en mayo de 2011.
La destrucción del World Trade Center y la infraestructura cercana dañó seriamente la economía de la ciudad de Nueva York y creó una recesión económica global; además de que muchos países fortalecieron su legislación antiterrorista.
Los ataques resultaron en 2 mil 996 muertes, más de 25 mil heridos y consecuencias sustanciales para la salud a largo plazo; de igual forma, tuvo un costo de al menos 10 mil millones de dólares por daños a la infraestructura y la propiedad.