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Joaquín “El Chapo” Guzmán ha sido mostrado por los medios como el narcotraficante más poderoso y peligroso del mundo. Sin embargo, hay quienes dicen que el verdadero capo de la droga es Rafael Caro Quintero, fundador del cartel de Guadalajara quien en la década de los 80 fue apodado el “Narco de narcos”.
Quintero dominó el crimen organizado y el envío de cocaína a los Estados Unidos en la década de los 80 hasta que en 1985 fue detenido y acusado del asesinato del Agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar y de su piloto Alfredo Avelar.
Pero a pesar de estar tras las rejas, el capo seguía manejando el negocio del narcotráfico al interior del Reclusorio Norte en Ciudad de México, lugar que controlaba con total impunidad.
Una muestra de ello fue la fiesta que hizo al interior del penal y que duró nada menos que 12 horas. Así quedó registrado en documentos del Archivo General de la Nación. “Se tuvo conocimiento que en el reclusorio norte el 19 de octubre de 1958, entraron al reclusorio mencionado dos bandas de música sinaloenses de 12 músicos cada una”, dice parte del documento.
La fiesta se debió al onomástico de Ernesto Fonseca Carrillo, socio fundador del cartel de Guadalajara, quien cumplía condena junto a Caro Quintero. En los documentos se lee que los músicos “estuvieron tocando desde las 7:00 a las 19:00 horas, en el dormitorio 10”, lugar en que se encontraban los dos capos de la droga.
Después de pasar 28 años de prisión, Caro Quintero fue liberado el 9 de agosto del 2013 luego que un tribunal argumentara que el narcotraficante “no debió ser enjuiciado en el fuero federal por el asesinato del agente de la DEA”, sino que en uno local. El 16 de enero de 2015 nuevamente fue declarado culpable por la muerte de Camarena. Desde esa fecha está prófugo de la justicia y Estados Unidos ofrece una recompensa de veinte millones de dólares por su captura, la cifra más alta en la historia ofrecida para la detención de un narcotraficante.
Crédito: Atv