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El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó las acusaciones del exrector, José Narro Robles, de intervenir en el proceso interno de la renovación de la dirigencia nacional del PRI; “no somos iguales”.
Ayer el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) renunció a la contienda electoral y tras 46 años, renunció a su por considerar que el proceso interno se convirtió en una simulación para imponer al gobernador con licencia de Campeche, Alejandro Moreno.
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“Existe un preferido de la cúpula del PRI, el candidato oficial de los gobernadores y de quien fue, hasta recientemente, el jefe político del partido. Por si eso fuera poco, son groseros los indicios de intervención del Gobierno federal en la misma dirección. Quien hasta hace unos meses declaraba en contra el candidato oficial, hoy lo anima y lo arropa. Hay que evitar que las decisiones del PRI las siga tomando el Presidente en turno”, dijo.
En conferencia de prensa, López Obrador expresó su respeto al académico, pero negó la supuesta intervención en el proceso de renovación.
“Respeto mucho a Narro. No comparto su punto de vista, entiendo que su situación no es de lo mejor. No, no somos iguales. Nosotros no somos hipócritas. No decimos una cosa y hacemos otra, hay algo que cuidamos, la congruencia, no hubiese podido enfrentar a la mafia del poder, estar aquí sin congruencia u honestidad. Eso es lo que me ha protegido toda la vida. No se puede tener autoridad política sin autoridad moral. Entiendo al Dr. Narro”, aseguró.
De acuerdo con la convocatoria emitida por el PRI, las elecciones para renovar la dirigencia nacional será el 11 de agosto a través de una consulta a la militancia.
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Crédito: Milenio
