Julieta Cerezo/ @julietacerezo
José Juan Espinosa Torres está en la mira por no comprobar compras por 30 millones de pesos durante el 2015, surante su paso como alcalde de San Pedro Cholula, por lo que se prevé que este viernes diputados aprueben el Inicios de Procedimiento Administrativo de Determinación de Responsabilidades (Ipadr) en su contra que, podría derivar hasta en su inhabilitación.
Aprovechando que se ha congraciado con el grupo político de Luis Miguel Barbosa, excandidato a gobernador de Puebla, el ahora diputado local electo, arribó envalentonado al Congreso a exigir a los legisladores ya no sesionar, pues les quedan menos de dos semanas en funciones.
Pero no es la primera vez que José Juan juega en un equipo político en donde le conviene, pues ya lo ha hecho en otras ocasiones: primero presumió amistad con el exgobernador Rafael Moreno Valle quien lo ayudó a ganar la alcaldía de San Pedro Cholula y después lo traicionó.
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El exgobernador priista, Mario Marín Torres (2005-2011) también está en la lista de los utilizados y luego despreciados por Espinosa Torres, ya que primero se congració con él al invitarlo como su padrino de bodas y cuando éste político cayó en desgracia con el caso Lydiagate, lo olvidó.
Lo mismo hizo con Dante Delgado de Movimiento Ciudadano, pues no quiso quedarse en ese partido y brincó a Morena cuando vio que estaba tomando fuerza y a través de presiones consiguió su candidatura.
Un político que olvida a sus amigos
Los inicios de José Juan Espinosa se remontan al partido Convergencia (ahora Movimiento Ciudadano) donde coincidió con Jorge Cruz, actual líder del PRD en Puebla. Ahí se formaron bajo la tutela de Luis Maldonado Venegas, mientras el partido lograba subsistir.
La transformación de Convergencia en Movimiento Ciudadano marcó la salida de Cruz Bermúdez y Maldonado Venegas para migrar al PRD. Cuando les sirvió, Espinosa Torres los presumía como sus amigos pero luego de que se diera a conocer que Cruz Bermúdez se podría convertir en magistrado, éste lo acusó de no merecer el cargo porque no tiene méritos a través de una manifestación en el Congreso local.
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De ahijado de Marín a amigo de Moreno Valle
En 2007, José Juan Espinosa se casó con Nancy de la Sierra. En ese momento el gobernador era el priista Mario Marín Torres y como era el mandamás del estado, José Juan lo invitó a ser uno de sus testigos.
Ahora, José Juan y su esposa reniegan del ‘góber precioso’ quien alguna vez los ayudó políticamente desde el PRI.
Lo mismo pasó como Rafael Moreno Valle Rosas, con quien en la campaña del 2010 se congració José Juan para salir beneficiado de la coalición que, en ese entonces, se formó entre el PAN, Nueva Alianza, PRD, entre otros para impulsar candidaturas.
Poco a poco, desde la alcaldía de San Pedro Cholula, José Juan se fue deslindando de Moreno Valle hasta llegar a acusarlo de actos de corrupción y hasta de huachicolero.
Acostumbrado a protagonizar shows
José Juan se caracteriza por ser un político que encabeza escándalos cuando le conviene y al mismo tiempo acusar persecución en su contra.
Aparte del espectáculo que ofreció junto con otros diputados locales electos de Morena en el Congreso, también ha sido capaz en otros casos para congraciarse, como el 3 de julio cuando junto con Alejandro Armenta Mier irrumpió el Hotel MM para acusar que aquí operaba un laboratorio del PAN para cometer “fraude” a favor de Martha Erika Alonso.
Desde entonces se congració con Barbosa Huerta, quien lo defendió cuando violentó a una consejera del IEE.
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Como alcalde benefició negocios de su padre
Medios locales documentaron el incongruente enriquecimiento de Espinosa Torres y de su familia, tan sólo las declaraciones patrimoniales de él y su cónyuge exponían un patrimonio conjunto superior a los 15 millones de pesos entre dinero y propiedades.
Pero la riqueza también alcanzaba al padre de José Juan Espinosa, Juan Espinosa Técuatl, quien logró la construcción de la plaza comercial Lazcarro y para que la invirtió más de 18 millones de pesos en 2016, cuando sus ingresos habían sido de 3.6 millones en cinco años (2012 – 2017).
Previo a ser un empresario de centros comerciales, Juan Espinosa (padre) poseía una llantera de medianos ingresos, y desde hace dos años posee el señalado mall y una funeraria.
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La llantera se volvió altamente redituable tras su disolución pues en el mismo espacio en el que estaba se arrancó la construcción del nuevo Centro de Readaptación Social (CERESO), por lo que José Juan Espinosa ideó la manera de beneficiar a su padre para la venta del terreno con un jugoso contrato gubernamental.
Fotos: Especial
