En medio de granaderos que quedaron rebasados, gritos como “¡Asesinos, asesinas!”, rezos a Dios, golpes y agresiones verbales contra activistas y legisladores, se despenalizó el aborto en Puebla hasta las 12 semanas con 29 votos a favor, siete en contra y cuatro abstención.
Desde antes de las 8:00 horas, comenzaron a llegar feministas con pañuelos verdes, las cuales colocaron en el piso, con los nombres de los 217 municipios y colocaron un muro en la entrada principal para su consigna principal “Aborto Legal Puebla 14”, en alusión a que la entidad se convirtió en la entidad número 14 en no criminalizar a quienes decidan sobre su cuerpo dentro de los primeros tres meses del embarazo.
A la par, llegaron grupos antiderechos que comenzaron a rezar un Ave María, con rosarios en mano bloqueando el acceso principal.
Ahí todavía estaba colocada una manta enorme de color amarillo que un día antes colocaron panistas con el mensaje “Clausurado, asesinos”.
Las y los 41 legisladores habían sido citados para ingresar a las 8:30 de la mañana , aunque la sesión estaba programada en un inicio a las 10:00 para entrar por la parte trasera, en la calle 3 Poniente del Centro Histórico.
Alrededor de las 9:00 horas, se registraron los primeros empujones entre defensoras de derechos humanos y las personas, en su mayoría adultos mayores que defienden la vida desde la concepción.
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Llamaron “violentas” y “asesinas” a las mujeres que ahí se encontraban con sus pañuelos verdes. Se dieron guerras de consignas como “¡Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo!” y “¡Vida sí, aborto no!”.
Alrededor de las 10:00 de la mañana fueron arribando los primeros diputados, aunque habían sido citados horas antes. Uno de los primeros en llegar por la parte trasera y que se tomó con las manifestaciones fue Eduardo Alcántara, presidente de la Comisión de Procuración y Justicia, en donde se aprobó la despenalización con cinco votos a favor, cero en contra y una abstención desde el viernes 12 de julio.
“Lalo, tú me prometiste que ibas a defender la vida y cambiaste el sentido de tu voto”, lo encaró una mujer antiaborto. Los demás gritaron “mentiroso”, “se vendió”. Enojados porque el expanista votó en comisiones a favor del derecho a decidir.
El diputado prefirió buscar otra entrada para poder ingresar al Poder Legislativo, mientras que la sesión se retrasaba.
El grupo contra la despenalización del aborto fue tomando el control de los accesos para impedir el ingreso de los legisladores, mientras por el lado de la 5 Poniente, en el acceso principal, se enfrentaban feministas con policías que no las dejaban.
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Más diputados fueron llegando como los morenistas Carlos Evangelista, Daniela Mier e Iván Herrera quienes entraron por el lado del estacionamiento entre gritos como “¡defiendan la vida!”. Al grupo se sumó la legisladora del grupo plural, la expriista, Silvia Tanús.
Mónica Silva del PT, una de las impulsoras de esta reforma, entró en medio de una valla humana por parte de activistas que la custodiaron hasta la puerta, sorteando insultos como “¡asesina!”.
En medio del avance de diputadas para entrar, fueron lanzados gases de color verde, y entre los jaloneos, se cayó un adulto mayor que defendía el derecho a la vida.
Siguieron los codazos, empujones y después de dos horas de estar encapsulados por granaderos, activistas y antiderechos, lograron entrar la mayoría de los diputados que están a favor de la despenalización del aborto.
Cerca de las 12:00 horas, inició la sesión entre reflexiones desde lo moral por parte de panistas.
El PAN hace un último intento por evitar la despenalización del aborto en el Congreso
En la discusión que se dio en el pleno, después de una batalla afuera para ingresar, las y los diputados panistas fueron quienes justificaron el porqué se debía defender la vida de los bebés que, según los argumentos que dieron, desde las 10 semanas, ya sienten.
Incluso, el legislador José Miguel Espinosa de los Monteros puso desde su celular el supuesto latido de un embrión, como una forma de convencer para votar en contra de la despenalización del aborto.
“Pido un minuto de silencio por todos los bebés que han sido asesinados en el vientre de sus madres y también por todos los bebés que van a ser asesinados en Puebla, de concretarse esta regresiva reforma”, dijo previamente.
A su lado se pararon otros cuatro de sus compañeros de bancada, con cartelones que decían, “el aborto es criminal”. En ese sentido fue la intervención de cada uno. Por ejemplo, Rafael Micalco, coordinador del grupo justificó que “la vida humana comienza con la concepción” y no después de las 12 semanas, citando supuestos especialistas de otros países.
Mónica Rodríguez Della Vecchia criticó que en el último día de esta legislatura, la mayoría Morena ingresó este “dictamen” de muerte para reformar los artículos 339, 340, 341, 342, y 343 del Código Penal del estado.
Sin embargo, sus alegatos quedaron ahí nada más como anécdota, pues se tomó la votación cerca de las 13:00 horas, sin ninguna otra intervención del porqué debía despenalizarse, quedando con 29 votos a favor, siete en contra, entre ellos el de la morenista Mayra Estrella Tamé y cuatro abstenciones.
Entre quienes se abstuvieron está la panista Guadalupe Leal, quien según fuentes legislativas, ya había comprometido su voto a favor.
Una vez que se publique la reforma al Periódico Oficial del Estado (POE), entrará en vigor. Es decir, ya no se criminalizará a las mujeres que aborten dentro de ese lapso, pero sí a quienes lo hagan después de las 12 semanas, quedando como pena de seis meses a un año de cárcel.
