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Puebla es la tercera entidad del país con más agresiones contra mujeres periodistas, y la violencia hacia este sector se relaciona con el inicio del sexenio del exgobernador Rafael Moreno Valle, con el robo de hidrocarburos, así como con las elecciones de 2018.
Así lo señaló la agrupación Comunicación e Información de la Mujer (Cimac) en su informe sobre la violencia ejercida contra las mujeres entre 2012 y 2018 “Herencia de un sexenio: simulación y desplazamiento”.
La organización subrayó que ni con la creación de nuevas instituciones, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto –cuyo mandato concluye el próximo 30 de noviembre– pudo garantizar la seguridad de los periodistas.
Durante el sexenio que termina se contabilizan 23 periodistas asesinados en el país, de los que un caso ocurrió en Puebla, en 2012.
Suma el estado 37 agresiones
De acuerdo con los datos presentados, Puebla es el tercer estado con más agresiones hacia comunicadores, al sumar 37 que representan el 8.79 por ciento del total nacional, después de Veracruz (14%) y la Ciudad de México (18%).
Los casos de violencia están directamente relacionados con tres principales circunstancias: el inicio de la gestión del gobierno panista de Rafael Moreno Valle (2011-2017), el aumento del robo de hidrocarburos (2014) y el proceso electoral de 2018, señala Cimac.
“Periodistas de Puebla aseguran que Moreno Valle ejerció una política de represión en contra del gremio mediante el control de información a quienes realizaban una cobertura crítica”, se indica en el reporte.
Según denunciaron ante Cimac, la administración morenovallista no invitaba a sus eventos a medios críticos, les negaba información, así como convenios de publicidada menos que sus publicaciones fueran avaladas por el gobierno estatal, práctica que se replicó en los municipios.
En la gestión del panista también hubo espionaje y llamadas intimidatorias en las redacciones para eliminar contenidos desfavorables, se obligaba a la publicación de boletines oficiales y se censuraban fotografías que comprometieran al gobernador. Los ataques también consistían en hostigamiento y agresiones físicas.
La agrupación también documentó robos de material de trabajo en las redacciones, como computadoras y prácticas de espionaje en comunicaciones internas como los correos electrónicos, grupos de WhatsApp y ataques al patrimonio de las periodistas como es el allanamiento a sus domicilios y el acoso judicial.
Por otra parte, el informe señala que reporteras de la Sierra Norte de Puebla, de San Martín Texmelucan, Tepeaca y Tehuacán, fueron las más afectadas por amenazas de grupos dedicados a la ordeña de combustible.
Crédito: e-consulta
