El 8 de marzo no se celebra, no se festeja.
El 8 de marzo se recuerda a las niñas y mujeres que han sido violentada y asesinadas.
El 8 de marzo es para exigir en una sola voz un alto a las conductas machistas y a los feminicidios.
Este movimiento no debe ser sólo hoy, debe ser todos los días y siempre que se pueda debemos gritar por las que ya no pueden.
Yo, como muchas de ustedes, he sido una más en la cifra de mujeres violentadas durante el noviazgo.
Soy una más de las que ha escuchado esa frase “ah, no me contestas porque andas coqueteando con otro ‘wey’” cuando en realidad estoy trabajando.
He sido una de las muchas mujeres que tiene que soportar el que tú pareja te ‘tire’ indirectas sexuales cuando tú no quieres.
Lamentablemente he sido una mujer a la que celan, y esos celos orillaron a mi pareja a revisar mi celular y violar mi privacidad.
También fui una a la que le dijeron: “Por qué te vistes tan guapa, seguro te vas con otro wey y me vas a engañar”.
Fui una de las mujeres a las que el ‘ex’ le mandó un mensaje diciéndole “te odio, jamás serás feliz sin mi”.
Y también, fui una más de las acosadas por hombres que aprovechando de su ‘autoridad’ como profesor se propasó conmigo, cuando era su alumna en la universidad.
Soy una reportera a la que le han gritado en la calle “tú sólo estás en la tele porque estás buena, no por inteligente”.
Sí, soy una de las tantas mujeres que sufren esta violencia, lo he vivido en carne propia, lo he vivido en la vía pública y en lugares cerrados.
Por eso hoy #8M2021 alzo la voz para que nunca mi hermana, mi prima, mi mamá, mis tías, mis amigas y mis seguidoras, sufran estos actos machistas y tenga una vida libre de violencia.
Por Itzel Valencia
