Limpiar de huesos de los difuntos, es una tradición maya, que está vigente en un peculiar pueblo de Campeche, México y que se realiza días previos al Día de Muertos.
Para muchos es difícil ingresar a un cementerio por miedo o nostalgia, pero en Pomuch en el estado de Campeche, hasta familias completas ingresan para sacar los restos de su seres queridos y cambiarlos.
Una vez al año realizan esta práctica, como una muestra de cariño al ser o los seres que ya no se encuentran con ellos.
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Sin importar el olor o más condiciones de los restos de sus difuntos, la gente ingresa sin guantes y cubrebocas y con brochas retiran el polvo de los huesos.
¿Dónde limpian los restos de los difuntos por Día de Muertos?
En el cementerio de Pomuch, Campeche, los restos de los difuntos descansan sobre manteles coloridos al interior de cajas en los nichos del panteón de la comunidad.
Cada año sacan los restos y los limpian previo al Día de Muertos, tradición maya conocida como ‘Choo Ba’ak’, la cual tiene al menos 150 años de llevarse a cabo.
Algunos comienzan a ir desde los primeros días del mes de octubre, para limpiar los huesos, cambiar el mantel como si se tratara del cambio de ropa, colocar flores y pintar el niño de su ser querido.
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Una vez que los huesos están limpios, colocan un mantel limpio y bordado con el nombre del difunto dentro de una caja y sobre éste colocan nuevamente los restos.
Hay familias que por la distancia o por cualquier situación, no pueden acudir a que limpien los huesos de sus familiares y ocupan a los sepultureros para que lo hagan, quienes les cobran menos de 50 pesos por difunto.
Aunque en la mayoría los restos ya están completamente separados, quienes los limpian, lo hacen comenzando por la cabeza hasta llegar hasta a los pies.
La primera limpieza de huesos se realiza por lo menos tres años después desde de la muerte de la persona, ya que el cuerpo está completamente descompuesto.