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Fatiga, somnolencia, dificultad para concentrarse y falta de atención serán tan solo algunos de los estragos que sufrirán sus hijos durante el regreso a clases en tanto se acostumbran nuevamente a su horario escolar, coincidieron Germán González Miranda, académico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y Katia Paulina Berdugo Avilés, jefa del Departamento de Trastornos del Sueño de la Secretaría de Salud.
En entrevista González Miranda expresó que es posible que los padres de familia ayuden a los menores a aliviar los trastornos de sueño para que durante la semana de clases los estragos por desvelarse o dormir hasta tarde sean menores y reducir los efectos durante el día.
Explicó que no importa el nivel escolar que cursen, pues puede ser desde preescolar hasta universidad, que los estudiantes tengan este tipo de problemas de sueño y es normal debido a que su sistema cambia de hábitos y estos tienen que ser retomados.
“Los niños durante la época de vacaciones se acuestan un poco más tarde, se levantan más tarde, porque no tienen alguna responsabilidad específica. Esto ocurre a veces hasta dos meses y es difícil acostumbrase nuevamente”, expresó.
Por lo anterior, comentó que hasta tres días antes del primer día de clases son suficientes para que los niños retomen sus hábitos y con estos evitarán los problemas de fatiga, somnolencia y falta de atención dentro de las aulas.
Una de las recomendaciones es que se acuesten antes de las 21:00 horas y procurar que vayan a la cama sin el uso de dispositivos móviles, asimismo, que se levanten alrededor de las 06:00 horas a fin de que procuren el descanso durante unas ocho horas.
“De otra forma lo que hacemos, la mayoría de las veces, es que los queremos obligar a que se acuesten el domingo temprano y no lo vamos a logar porque se acostumbraron a otro horario durante dos meses”, señaló.
Por su parte la especialista de la Secretaría de Salud expresó que a largo plazo, por no dormir adecuadamente, los niños pueden tener problemas de sobrepeso, obesidad, hipertensión, depresión y en el peor de los casos pueden desarrollar tendencias suicidas.
Ella aclaró que dependiendo de la edad es el tiempo que deben de dormir los pequeños, por ejemplo, los de edad preescolar tiene que conciliar el sueño entre 10 y 12 horas; de 6 a 12 años de edad de nueve a 11 horas, mientras que los adolescentes alrededor de ocho horas.
Por lo anterior consideró que los niños y adultos, deben de tener una higiene de sueño que involucra dormir en un lugar oscuro, silencioso sin el uso de dispositivos móviles, con temperatura adecuada y que sea respetado aun en vacaciones y fines de semana, para evitar trastornos a largo plazo.
Crédito: El Sol de Puebla