Oliver Santos
El cadáver de un reo, de 62 años, acusado por el delito de secuestro, fue hallado con sangre en la cabeza y colgado con una rafia en el cuello que estaba amarrada a un clavo en el Cereso de San Miguel.
Personal custodio fue alertado este jueves por la población penitenciaria de la muerte de Reynaldo Sánchez, quien tenía tuberculosis, por lo que compartía la celda A con otros enfermos.
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Por lo anterior, se avisó al doctor del penal, quien confirmó el deceso del interno a consecuencia de asfixia mecánica por ahorcamiento.
Aunque el secuestrador tenía sangre en la cabeza, el galeno aseguró que se había suicidado, por lo que le informó a las autoridades ministeriales.
Posteriormente, personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) trasladó el cadáver de Reynaldo al anfiteatro para practicarle los estudios de ley.
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