En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Tania Sánchez sobreviviente de tentativa de feminicidio, exige justicia, antes de que sea tarde y su agresor o las enfermedades degenerativas que tiene le arrebaten la vida.
“Tuve que vender hasta mi colchón para darle de comer a mi hijo, he perdido citas porque no tengo ni para el pasaje”, dice la mujer que ha perdido 20 kilos en los últimos dos meses por comer hasta una vez por semana.
Asegura que la violencia que sufrió en manos de Leopoldo, un empresario de la industria farmacéutica y del transporte, la llevó a atentar contra su propia vida en febrero de este 2024.
Su hijo menor de edad, quien también ha tenido pensamientos suicidas, la mantiene en pie para seguir luchando contra su agresor.
Leopoldo ejerció violencia sexual, física, económica y ha intentado asesinarla en tres ocasiones.
El adolescente, dice, es víctima colateral del daño que ella sufre y de las amenazas de muerte que su ex presuntamente le ha hecho.
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Tania teme morir antes de que le hagan justicia
Este lunes 25 de noviembre de 2024, Tania tomó el micrófono cerca de las 20:00 horas frente a la Fiscalía de Puebla, tras marchar del zócalo con un grupo de feministas y dos colectivas.
Contó que Leopoldo abusaba sexualmente de ella, le provocó un aborto a golpes.
Y otro dándole pastillas abortivas con engaños y uno más, porque la dejaba sin comer.
La encerraba, no le daba dinero, se drogaba y abusaba de ella, le mordía las mejillas y la maltrataba.
“Me hizo perder tres bebés, uno literal me dió las pastillas sin yo saber. Otro porque me encerraba sin comer y sin atención médica”, recuerda.
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Su agotamiento físico es evidente, tras alzar la voz, apenas pudo dar unos pasos.
Luego se desvaneció sobre la lona en la que se observan imágenes del rostro de su agresor y una bala que le dejó con un mensaje de amenaza que la próxima sería para su cabeza.
La mujer de enormes ojos que se han sumido en su rostro por la pérdida de peso, toma aire a cada rato para poder dar testimonio a MTP Noticias.
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Leopoldo intentó matar a Tania y le robó su herencia
En mayo, Tania perdió a su padre quien le dejó todo lo que tenía, una herencia de poco más de medio millón de pesos, la cual se quedó Leopoldo y ahora no le quiere devolver.
Después de diez años de relación, lo dejó, ha cambiado de casa en varias ocasiones porque no tiene para la renta y los caseros terminan echándola.
Acabó con sus muebles, las pocas pertenencias que tenía, su ropa y hasta el colchón en donde dormía.
Lo ha vendido todo, para que su hijo no abandone sus estudios, aunque no ha sido suficiente para cubrir sus necesidades.
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En la Fiscalía le dijeron este lunes, que sus carpetas de investigación están archivadas.
Incluso en la Cruz Roja Puebla donde había pruebas de las veces que la atendieron por violencia familiar, desaparecieron los expedientes.
Tania está enferma, al parecer es cáncer, dice, pues no lo sabe porque lleva meses mal y hace poco comenzaron a darle atención médica.
Tania se pudo atender gracias al apoyo del gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes y está en espera de sus resultados.
Hasta ahora, es el único que se ha acercado a ayudarla, sin embargo sus necesidades son múltiples.
Su prioridad es su hijo a quien teme dejar a su suerte si un día ya no amanece viva.
“Este tipo ha tratado de matarme, una amenaza de muerte dejándome una bala diciendo que la próxima va para mi cabeza. Intentó atropellarme y la última vez me bañó de gasolina”, reveló.
Acusó que tras las tres denuncias que hizo entre agosto y septiembre por tentativa de feminicidio y abuso de confianza, la han privado de la justicia, dejando que Leopoldo atente contra ella.
“No tengo ni casa, este fin de semana tengo que desocuparla. No me voy a rendir, hoy me dijeron en Fiscalía que no hay caso, casualmente todas las pruebas desaparecieron, porque el señor tiene dinero, porque el tío es dueño de fundaciones”, acusó.
La mujer no sabe qué más hacer, quiere recuperar el dinero que su ex le arrebató, para que su hijo coma diario y no abandone la escuela.
Esta noche ante la falta de aliento se desvaneció frente a la Fiscalía, donde hace dos días protestó y se cortó el cabello para exigir justicia.
“Yo no sé cómo sacar adelante a mi hijo, ya no puedo. Ha llegado a decirme que ya no quiere vivir, a veces me da miedo que muera antes de que se haga justicia. Le pido al próximo gobernador que no me dejen sola”, concluye.
