De los 19 mercados identificados como de mayor venta y producción de mercancía apócrifa en México, ‘La Fayuca’, ubicada en la ciudad de Puebla, se encuentra en el lugar 14 a nivel nacional.
En este sitio, ubicado en bulevar Norte, prolifera la producción, venta y distribución de calzado, relojes, discos de música y películas ‘pirata’.
El estado de Puebla se ubicó como el quinto nacional con la mayor producción de ‘piratería’, convirtiéndose en uno de los principales productores textiles falsificados de acuerdo con el informe “Piratería en México: Diagnostico de la oferta y de las acciones institucionales”.
Dicho estudio, realizado por el Observatorio Nacional Ciudadano y la American Chamber México, identificó al mercado Jorge Murad Macluf como el principal centro de producción de artículos ilegales en Puebla, dejando de lado a ‘La Cuchilla’, centro comercial que se ha convertido en un ‘foco rojo’ de inseguridad en los últimos años, al ser un punto ligado con la delincuencia organizada.
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No obstante, la Fiscalía General de la Republica (FGR) no ha iniciado ninguna carpeta de investigación en lo que va de este 2020 por delitos relacionados con la Ley Federal de Derechos de Autor.
El delito de la ‘piratería’ se define como las prácticas comerciales relacionadas con la explotación de una idea, producto o servicio que no cuenta con los permisos del tenedor de los derechos de propiedad intelectual o industrial para su explotación.
En este contexto, la producción de productos de baja calidad o sin una autorización oficial se ha incrementado en el estado de Puebla, a tal grado de ubicarse a la altura de mercados como el de San Juan de Dios en Jalisco, Chinconcuac en el Estado de México y el mercado de la Pulga en Monterrey.
De acuerdo con el estudio publicado por el Observatorio Nacional Ciudadano, Puebla se ubica en el quinto lugar nacional con la mayor producción de artículos ilegales, tan solo por debajo de la Ciudad de México, el Estado de México, Jalisco y Monterrey, ocasionando una pérdida de millones de dólares a la diferentes industrias víctimas de este delito como la discográfica, cinematografía, textil, de software, entre otras.
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Sin embargo, también el estado ha sido referente en la elaboración de artículos textiles, así lo evidenció el exfuncionario del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), Andrés Juárez.
Si se ven lugares en donde se establecieron, como en Puebla, fábricas de mezclilla, de ciertas marcas, es en donde se concentra ahorita la mayor productividad de mezclilla, pantalones piratas (…) Entonces fue mutando de cierta forma la industria lícita a la industria ilícita”, comentó el exfuncionario.
FGR no ha iniciado investigaciones en 31 meses
La Ley Federal de Derechos de Autor es una de las leyes que sanciona y castiga las infracciones en contra del copyright, en el que se puede incluir a la piratería en su modalidad de producción y distribución.
Sin embargo, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) evidencio que en los últimos 31 meses en el estado no se ha iniciado ninguna investigación por este delito, siendo la última en enero de 2018.
A pesar de los operativos encabezados por la Guardia Nacional en la zona de ‘La Cuchilla’, centro comercial ubicado frente al mercado Hidalgo, se han dado enfrentamientos con los comerciantes y que se ha convertido en el principal centro de producción y distribución en la capital poblana de discos, películas, calzado, ropa e incluso cigarros.
La efectiva cadena comercial de productos piratas no puede dejar de ser entendida como una actividad en la que se involucran una gran cantidad de actores sociales. Estos van desde los gremios u organizaciones de comerciantes, las autoridades municipales, la policía municipal, hasta, en algunos casos, células delictivas a nivel local e incluso grupos de macrocriminalidad. En este escenario, es un hecho que la piratería se asocia con otro tipo de delitos como el narcomenudeo, la trata de personas, la extorsión, entre otros”, cita el documento.
Asimismo, se desconoce a donde son trasladados todos estos productos, pues incluso si fueran llevados a las instalaciones de la FGR, al ser un delito de fuero federal, estos están obligados a abrir una carpeta de investigación en contra de quien resulte responsable por la venta de dichos artículos, en caso de no existir personas detenidas.
