@MTPnoticias
Tres años después de que estallara el “dieselgate“, Volkswagen se enfrenta a partir del lunes a su primer gran juicio en Alemania por haber falseado datos de las emisiones de motores diésel, un escándalo industrial con resonancia planetaria.
El tribunal regional de Brunswick, que inicia el lunes sus sesiones que durarán al menos hasta 2019, deberá determinar si el gigante del automóvil tuvo la obligación de informar antes a los mercados financieros del engaño, para evitar duras pérdidas a sus accionistas.
El inicio del escándalo, en una Alemania entonces orgullosa de una de sus joyas exportadoras, tuvo lugar el viernes 18 de septiembre de 2015. Ese día las autoridades de Estados Unidos acusaron a Volkswagen de haber utilizado en 11 millones de vehículos un software capaz de falsear los resultados de las pruebas de emisiones de gases, disimulando así el nivel real de contaminación.
En cuanto abrió el lunes siguiente la bolsa, la acción de Volkswagen perdió hasta 40% en dos días, lo que condujo a los inversores a reclamar una suma de cerca de 9,000 millones de euros.
El juicio que se inicia el lunes no decidirá sobre las 3,560 demandas individuales, pero responderá a unas 200 preguntas comunes a esas acciones judiciales, según un “procedimiento modelo” propio al derecho alemán.
Obligación legal
El problema central tes saber si Volkswagen eludió su obligación legal de publicar en el momento adecuado “cualquier información interna” susceptible de influir en la cotización de su acción.
Los abogados del fondo de inversiones DeKa -que ejerce de “demandante modelo” en el juicio- aseguran que la dirección estaba al corriente del fraude y debió revelarlo entre 2008 -cuando fue implementado el programa- y septiembre de 2015.
Volkswagen, primer fabricante de automóviles del mundo, afirma por su lado que la iniciativa del engaño es atribuible a unos pocos ingenieros que actuaron sin advertir a la dirección. Y cuando la dirección fue alertada por las autoridades estadounidenses, no supo evaluar la magnitud del escándalo, argumenta.
El rol de Martin Winterkorn, ingeniero que dirigió Volkswagen de 2007 a 2015, y que se vanagloriaba de conocer “cada tornillo” de sus modelos, será especialmente examinado.
Volkswagen indicó en 2016 que su exjefe fue advertido por un memorándum en mayo de 2014 de irregularidades en los niveles de emisiones en Estados Unidos, aunque no precisa si Winterkorn lo leyó.
Cascada de procesos
El de Brunswick no es el único proceso judicial en marcha en el marco de este “dieselgate”.
Varias fiscalías alemanas han lanzado investigaciones por fraude, manipulación de cotización .
La investigación de la fiscalía de Brunsfwick, competente para la región donde Volkswagen tiene su sede en Wolfsburgo implica a más de 40 personas.
Más allá de las responsabilidades individuales, la misma fiscalía impuso a Volkswagen en junio una multa de 1,000 millones de euros por “incumplimiento en su deber de vigilancia”, única incriminación penal que puede ser reprochada a una empresa.
Hasta ahora el “dieselgate” le ha costado al grupo 27,000 millones de euros en llamadas a revisión de vehículos y procesos judiciales.
En Estados Unidos, donde VW se declaró culpable por fraude y obstrucción a la justicia, ocho antiguos y actuales directivos de Volkswagen, entre ellos Winterkorn, fueron imputados entre otros cargos por “fraude” y “conspiración”.
Crédito: Expansión CNN