Carlos Cózatl
@cr_cozatl
Mientras miles de poblanas demostraron la falta que hacen a la sociedad al ausentarse de sus centros de trabajo durante este nueve de marzo, para otras, que pertenecen a los sectores más vulnerables fue un día común en el que la necesidad importó más que el llamado de #UnDíaSinNosotras.
Quienes salieron a trabajar, portaron prendas de color morado en señal de que apoyan ‘la lucha’ de exigir un alto a los feminicidios, a la violencia de género mientras realizaban sus actividades diarias en escuelas, comercios, instituciones bancarias y oficinas de gobierno.
Aunque la esencia del paro nacional era que todas las mujeres ‘desaparecieran’ por todo un día, respetando el lema del movimiento “un día sin nosotras”, a fin de demostrar su valiosa participación en todos los ámbitos sociales, la verdad fue distinta, ya que en algunos centros de trabajo se les impidió, bajo amenaza, participar en este día pues incluso podría costarles el trabajo a las ausentes.
En otros comercios, las labores fueron continuas, sin embargo era hombres los que atendían a los clientes.
Mientras que en otros lugares se optó por cerrar, al menos por hoy, los comercios como forma de apoyo a las mujeres desaparecidas y asesinadas; ejemplo de ello fueron los Almacenes Rodríguez, Óptima, Liz Minelli, A&E, Pizzi, Minigood, entre otras.
Los centros educativos en su mayoría permanecieron cerrados, a excepción de algunas en las que recurrieron incluso a profesores sustitutos a fin de que los alumnos no perdieran clases.
El tráfico de la ciudad, al menos en el primer cuadro fue fluido, a pesar de que en las calles podía observarse a mujeres como si se tratase de un día de asueto.
En el caso de los trabajadores del Ayuntamiento relativo al servicio de limpia este estuvo conformado solo por hombres, quienes realizaron la limpieza de las calles del Centro Histórico, además de los paraderos de RUTA que se vieron afectados durante las marchas del pasado domingo.
Las olvidadas
En cambio, las mujeres que siguieron sus actividades con normalidad fueron las ‘marchantas’ de los mercados, las ambulantes e incluso las mujeres dedicadas al sexoservicio quienes no conocieron el paro este día y continuaron sus labores de manera normal.
Mercados como el Hidalgo, Zaragoza y el 5 de Mayo tuvieron actividades normales, amas de casa acudieron a cumplir con su ‘mandado’, mientras eran atendidas por comerciantes, un gran número de ellas mujeres.
En tanto, las calles del Centro también tuvieron a mujeres ambulantes trabajando en puestos de papas, fruta, tacos y venta de mercancía, sobre todo en la 10 poniente.
En tanto, el sexoservicio siguió latente en la 8 y 14 poniente, así como sobre la 7 norte, donde las mujeres se ocultaban del sol con sombrillas o incluso abarrotando los hoteles clandestinos que sirven para ejercer este oficio.