Alfredo Ramírez
Ni los motores, rotores u otros componentes del helicóptero Agusta en el que fallecieron los Moreno Valle-Alonso presentaban fallas previo a la caída de la aeronave ese 24 de diciembre del 2018, concluyó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Seis meses después de este accidente y cinco días posteriores a la elección extraordinaria, la dependencia federal dio a conocer esta información en un comunicado de prensa, sin esclarecer la razón por la que cayó el helicóptero.
Aunque no hay pistas de qué fue lo que originó el accidente, se informó que dos de las cuatro luces de alerta estaban encendidas previo al desplome de la aeronave en un terreno en Coronango, Puebla, solo diez minutos después de haber despegado desde la casa de los Chedraui, ubicado en Bulevar Hermanos Serdán.
Aparte de Martha Erika Alonso, quien apenas llevaba diez días como gobernadora, perdió la vida su esposo, el senador Rafael Moreno Vall, el particular del panista, Héctor Baltazar Mendoza además de los pilotos Héctor Roberto Coppe Obregón y Marco Antonio Tavera Romero.
Sin pistas de qué provocó la caída del helicóptero
En este informe preliminar, en el que participan especialistas de México, Canadá, Estados Unidos e Italia, se detalla que fueron inspeccionados dos motores Pratt & Whitney PW207C que estaban en funcionamiento cuando la aeronave se impactó en dicho lugar pero no fue posible analizar la memoria interna.
“Los componentes de memoria interna que podrían confirmar lo anterior, resultaron dañados por el impacto y el fuego, por lo que no se pudo obtener datos de éstos”, indicó la dependencia.
No obstante, los componentes exteriores no presentaban fallas para pensar que la aeronave cayó por fallas mecánicas.
Sin embargo, el análisis indica que en 2 de las 4 luces del “master warning” y “master caution”, se identificó que estuvieron encendidas antes del impacto, pero aún no se sabe en qué momento ocurrió y el porqué no se dio aviso a la torre de control.
En esta investigación han participado Trasportation Safety Board (TSB) de Canadá, la Agenzia Nazionale per la Sicurezza del Volo (ANSV) de Italia, la National Transportation Safety Board (NTSB), de Estados Unidos y la Unión Europea de Aviación.
Además, se ha contado con la asesoría de las empresas fabricantes Leonard Helicopter Division (LHD) y Logic en Italia, Patt & Whitney y Safran en Canadá, así comoHoneywell Aerospace y Collins en Estados Unidos.