Ana, una adolescente de 15 años de edad que atendía una tienda en el metro Centro Médico en la Ciudad de México, fue violada por su patrón, un hombre de 28 años de edad identificado como Rodrigo, quién la engañó con que realizarían un inventario para encerrarla en la caseta.
La hermana de la joven, narró que Ana trabajaba porque se estaba tomando un año sin estudiar por no haber pasado el examen en el plantel en el que pretendía ingresar al bachillerato. Llevaba un mes atendiendo el lugar, donde fue contratada por Rodrigo y Pamela.
“Ella tenía que mandar cortes cada hora de lo que vendía en la tienda a ambos a Rodrigo y Pamela. Pero Ana (mi hermana) desde que entró se dio cuenta que Rodrigo le escribía de una forma extraña, porque le preguntaba que como estaba, que si ya había comido, que si necesitaba algo y Ana por educación solo le decía ‘no ocupo nada gracias’, ella mantenía su distancia”, narró en redes sociales donde pidió compartir su publicación.
Los hechos ocurrieron el pasado 13 de abril luego de que Ana ingresara a trabajar a las 5 y media de la mañana. Ese día al llegar vio que la cortina chica del local estaba abierta, al entrar se encontró a Rodrigo quien supuestamente la estaba esperando para hacer un inventario.
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“Cuando ella llega, vio que la cortina chica del local estaba abierta y entró y estaba Rodrigo, al que la estaba esperando para hacer ‘inventario’ pero que lo iban hacer a cortina cerrada por seguridad. Entonces este wey se le acercaba mucho mientras le decía los precios de unas cosas a tal grado de besarla y agarrarla fuerte”, narró.
“Ella sacada de onda lo empujó y ese wey la agarró fuerte y le dijo que no hiciera nada porque le iba a ir mal, la golpeó y tiró al suelo. Mi hermana en shock no supo cómo reaccionar y por el impacto ni siquiera pudo gritar. Al momento que la tiró al piso, ese wey se empezó a quitar la ropa y la violó, le pegó y amenazó”, agregó.
Aunque Ana forcejeó y trató de quitarse de encima a Rodrigo no pudo, pues la superaba en fuerza y peso. Casualmente la mamá de la joven se percató de que su hija olvidó el cargador de su celular y decidió llevárselo a donde trabajaba.
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“Nosotras vivimos a dos estaciones de Centro Médico, entonces ella llegó y vio que todo estaba cerrado. Se espanto y tocó. Ana se dio cuenta que era mi mamá y ese tipo le dijo que no gritara ni nada, porque le iba a ir mal a ella y a todas nosotras, le dijo que se vistiera y que no dijera nada”, contó la hermana de Ana.
“Cuando abrió la cortina ese tipo le dijo a mi mamá que estaban haciendo ‘inventarios a puerta cerrada por seguridad’, pero a mi mamá eso le pareció muy extraño y vio a mi hermana extraño. Entonces ella dijo que se la llevaba porque no veía bien a mi hermana y ese tipo le dijo que cómo se la iba a llevar, que qué cosas estaba pensando mi mamá que eso le ofendía a él”, agregó.
La madre de Ana alegó que su hija era menor de edad y ella podría llevársela cuando quisiera. La joven quedó en shock por varias horas y fue más tarde cuando soltó en llanto y contó a su madre y hermana lo que le ocurrió y ellas acudieron a la delegación de poner una denuncia.
Por Alfredo Ramírez
