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NIÑOS DE LA ENCRUCIJADA: ENTRE EL MIEDO Y LA DESERCIÓN ESCOLAR (VIDEO)

 

Hijos de la mayoría de las personas que fueron detenidas en el Operativo Encrucijada en marzo del 2017 dejaron las aulas por falta de dinero.

 

´Por Elvia Cruz/ @cruz_elvia

 

Rita corre y se encierra en su casa cada que ve que los militares se acercan a su comunidad. Ha pasado un año desde que las autoridades implementaron el Operativo Encrucijada en el que detuvieron a 87 personas a quienes relacionaron con el robo de combustible.

 

Los Bukanas les denominaron pues en su momento, la fiscalía aseguró que formaban parte de la banda de El Bukanas, identificado como Roberto de Los Santos de Jesús que supuestamente controlaba el robo a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) –además de secuestros– en municipios del triángulo rojo.

 

Ese 9 de marzo del 2017, Rita de 10 años de edad –al igual que otros niños– fue testigo cómo los uniformados entraron disparando a las viviendas de su pequeña comunidad, perteneciente a Palmar de Bravo y a punta de pistolas, se llevaron a sus padres.

 

“La niña se desmayó, quedó muy dañada”

 

La abuelita de Rita, narró a MTP Noticias que la menor se desmayó por el impacto que le causó ver cómo marinos y policías militares llegaron a apuntar con sus armas largas a sus hermanitos. Su padre, Facundo, formó parte de los detenidos. Actualmente es acusado de los delitos de tentativa de homicidio y portación de arma.

 

Sigue preso en el penal de Tepexi de Rodríguez a pesar de que la prueba de rodizonato de sodio que le aplicaron resultó negativa. Es decir, no disparó ninguna arma como acusa la Fiscalía General del Estado (FGE).

 

“La niña ve a los soldados ahora y corre. Quedó muy dañada”, dijo Adelina al tiempo de lamentar que, hasta ahora la menor no ha recibido ayuda psicológica.

 

En abril de ese año acudieron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) que encabeza Adolfo López Badillo para solicitar su intervención ante las detenciones que califican “arbitrarias” pero no hubo respuestas claras.

 

En el caso de los niños, la comisión únicamente recomendó someterlos a terapias porque quedaron con secuelas.

 

Ni al psicólogo ni a la escuela

Aparte de los trastornos causados a los niños por el Operativo Encrucijada –que se derivó a raíz del asesinato de tres ministeriales en Atzizintla– desde entonces, los menores ya no acudieron a la escuela.

 

¿La razón? Las siete familias entrevistadas por MTP Noticias coincidieron que se debió primero al miedo y poco a poco por falta de dinero ya que los jefes de familias que fueron arrestados permanecen en el penal de mediana seguridad en Tepexi de Rodríguez.

 

Los tres nietos de Adelina Barojas  –hermana de Adelina– también desertaron. Los menores: Kevin, Carlos, Katerin, de 11, 9 y 8 años de edad ahora acompañan a su madre al campo a trabajar para sobrevivir.

 

“Los niños vieron los disparos. Vieron cómo se llevaron a su padre, todo ensangrentado porque lo golpearon”, contó María Felicitas. En medio de la confusión, ella también fue testigo de la aprehensión de su hijo Inocencio. Él está acusado por tentativa de homicidio y portación de armas, aunque las pruebas de rodizonato de sodio dieron negativas.

 

“Los niños gritaban. Una niña hasta se nos desmayó. A esa la llevamos a Puebla, a Derechos Humanos. Les hicieron un estudio, (dijeron) que estaba muy mal la niña, que necesitaba tratamiento, pero, ¿con qué se lo damos?”.

 

Estudiar o trabajar para sobrevivir

 

Lo mismo ocurrió con los cinco hijos de Juana Martínez. Los pocos pesos que consigue vendiendo las artesanías que ahora fabrica su esposo José Luis en el penal de Tepexi de Rodríguez apenas les alcanza para medio comer.

 

“Yo ya no tengo dinero para mandarlos (a la escuela). Ya no van. Son de primaria y secundaria. Precisamente por eso, ya no hay dinero y pues ya no los mandé”, aseguró esta mujer. Sus menores también se han sumado a las labores del campo con el fin de obtener un ingreso extra.

 

A su padre lo detuvieron ese 9 de marzo precisamente desgranando en el campo. La fiscalía le imputó delitos como tentativa de homicidio, portación de arma, asociación delictuosa y delitos contra servidores públicos.

 

Urbano Vidal de Tehuacán, cuyo hijo y yerno también fueron aprehendidos en Esperanza el día del operativo también indicó que son los hijos los que más lo han resentido.

 

Brenda González, esposa de otro de los detenidos, José Guadalupe, añadió que la teoría de los niños halcones en La Encrucijada es mentira, al menos, nunca habían escuchado hablar de El Bukanas en la zona, contrario a lo señalado por la Fiscalía General del Estado (FGE).

 

¿Qué dice la SEP?

 

MTP Noticias buscó la versión de la Secretaría de Educación Pública (SEP) pero se informó que no cuentan con un reporte sobre la deserción escolar en las comunidades en donde fueron detenidas personas como parte de dicho operativo.

 

Según los entrevistados, tan solo en  la localidad de La Encrucijada, unos 20 menores de edad se vieron obligados a dejar las aulas por falta de dinero, pues sus padres fueron encerrados en una cárcel, acusados por diversos delitos.

 

Aunque en su momento se indicó que estaban relacionados con el robo de hidrocarburo, los que quedan presos no fueron imputados por delitos relacionados con los huachicoleros.

 

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