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Después de año y medio, el empresario gasolinero Othón Muñoz Bravo acusó al gobierno de Antonio Gali Fayad de haberle fabricado delitos con la siembra de drogas y armas exclusivas del Ejército para poder detenerlo en agosto del 2017.
En una carta publicada en su cuenta de Twitter, aseguró desconocer de dónde sale el apodo que le fue impuesto, además de indicar que la madrugada de ese 20 de agosto fue confundido con un líder huachicolero.
“Sino había salido a dar mi postura es por el sometimiento que sufría por parte de las autoridades. El temor a sufrir alguna represalia y para salvaguardar la integridad de mi familia, pero, ¡ya basta!”, se lee.
En el escrito recordó que incluso un agente del Ministerio Público, Ehécatl Antonio Herrera, fue vinculado a proceso por no acatar el amparo que suspendía temporalmente diligencias.
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Muñoz Bravo se dice víctima por las presuntas violaciones a sus derechos humanos durante el año en el que Gali Fayad emprendió un combate contra tráfico de gasolina.
En su momento, Muñoz Bravo fue relacionado con Antonio Martínez Fuentes, ‘El Toñín‘, incluso cuando fue detenido se informó que se trataba de un capo huachicolero pero después se dijo que no, que era un empresario.
Solo fue vinculado a proceso por portación de droga para comercializar y armas, pero dejó la cárcel en octubre del 2017 tras pagar un millón de fianza.