Dos vendedores de tapetes, originarios de Santa Isabel Tlanepantla, fueron detenidos por inspectores del municipio de Izúcar de Matamoros, Puebla, cuando compraban un pollo rostizado para alimentarse, después de mediodía de jornada laboral sin probar alimento.
Las víctimas fueron perseguidas por los funcionarios izucarenses, con el argumento de que la gente de fuera no puede estar en la calle comercializando sus productos, esto a pesar de que los comerciantes se ven en la necesidad de hacerlo por la contingencia por el Coronavirus.
“Íbamos a comprar un pollo y nos dijeron que no podíamos vender ahí, fuimos a comprar un pollo y no estábamos vendiendo ahí. Que no podíamos hacer nuestro trabajo ahí. Nos retiramos, esperamos a mi hermano que fue por las tortillas, ellos nos siguieron y nos dijeron que no podíamos vender. Les dijimos que teníamos harta hambre que nos dejaran comer y ya nos íbamos a retirar. Luego empezaron a decir que nos iban a quitar nuestra mercancía y nos iban a llevar a la comandancia y meternos al bote a los tres”, relató Víctor Hugo Estrada, uno de los vendedores.
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A decir de los afectados, los inspectores los siguieron después de que compraron su pollo y tortillas y detuvieron a dos de ellos. Les impusieron una multa de 500 pesos para poder liberarlos y los acusaron de agredirlos.
Rosario González, representante de Seguridad Ciudadana en Izúcar de Matamoros, compartió en sus redes sociales el relato en vivo de los afectados; a quienes apoyó con los 500 pesos en efectivo, pues era lo único que tenían para llevar de comer a tres familias.
