Puebla forma parte de cinco entidades en donde los dos israelíes, Alon Azulay y Benjamín Yeshurun Sutchi lavaban dinero al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a través de diversas empresas, según arrojan primeras investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) y la procuraduría capitalina.
Según los primeros avances, el doble homicidio se dio como una posible venganza debido a que estos extranjeros querían robar o defraudar al cártel, razón por la que se contrató a una gatillera para acabar con ellos en la Plaza Artz en la Ciudad de México el pasado 24 de julio.
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Aparte de Puebla, también tenían negocios en Oaxaca, Guanajuato, Querétaro y en la Ciudad de México, blanqueando dinero al mismo grupo criminal.
En el caso de esta entidad, autoridades locales han admitió que opera aquí el CJNG e incluso se ha inmiscuido en el tráfico de gasolina robada en la región de San Martín Texmelucan.
Las autoridades mexicanas dieron con este nexo tras un rastreo en los teléfonos celulares y a los movimientos de las empresas que tenían, por lo que todo apunta a que los israelíes intentaron robar o estafar a la agrupación criminal.
Los mensajes encontrados en los celulares de los extranjeros detallan que fueron los del CJNG quienes concretaron una cita con ellos en dicha plaza y aunque en un inicio se negaron, al final se convencieron porque sería en un lugar público.
En este hecho criminal no solo participó la mujer que está detenida sino una banda que operó para distraer a los agentes de seguridad además de ubicar todas las posibles salidas en la plaza.
Sobre la participación de los dos sujetos que iniciaron la balacera en el acceso de la Plaza Artz, se logró establecer que se trata de personas originarias de la capital de la República, quienes conocían las posibles rutas de escape.
Con información de El Universal