Norma Herrera
Las ganas de salvaguardar a la gente, combinadas con adrenalina, una pizca de temor y una mente fría fueron los sentimientos que combinó Eliezer Roldán Pérez, Jefe de Auxilio de Protección Civil Municipal, el 12 de septiembre para apoyar en el control de la fuga que se registró en Villa Frontera.
El rescatista recordó que al tener conocimiento de los hechos, planteó un posible escenario del riesgo que existía en la zona por lo que se coordinó con sus compañeros y con las demás corporaciones.
Una mala maniobra, podía poner no sólo en riesgo a los rescatistas y cuerpos policiacos, sino a la población de la zona.
Aunque tenía claro la magnitud del problema al que se estaban enfrentado, sabía que sus sentimientos personales los debían dejar a un lado, para poner a salvo a los colonos.
“Piensas en todo, todo te da vueltas en ese momento, pero tienes que empezar en desapartar los sentimientos tuyos, no puedes pensar en ti, tienes que pensar en salvaguardar a la gente, de eso vivimos, para eso nos alquilamos”, recalcó.
Roldán Pérez aseguró que una fuga de gas es más riesgosa que una de gasolina o diesel por lo que tomar la determinación de evacuar a la gente.
Si ese día hubiera habido una chispa, un incendio muy fuerte se hubiera provocado en el que cientos de personas habrían perdido la vida.
“Era 100 por ciento peligroso, el gas es de mucho respeto, en la gasolina o en el diesel puedes apagar un cigarro dentro y no pasa nada, pero el gas llega un punto de ignición muy peligroso, con que haya una fuga de gas en una casa y con que alguien prenda la luz es un detonante para una explosión.
“Una explosión en toda esa área, hubiera habido un desastre muy grande, con muchos muertos”, dijo.
Roldán Pérez reconoció que es una de las emergencias más peligrosas en las que ha participado y en las que temió no regresar a su casa, con su familia.
Afirmó que en todos los rescates siempre piensan tanto en su seguridad, como la de su compañero y la de la víctima.
“Es muy difícil pensar que ya no vas a regresar a tu casa y que alguien te espera, inclusive piensas en el compañero que está a un lado de ti, que depende de ti, que la víctima depende de ti, de que si va a sobrevivir o a morir o si va a sufrir una secuela por algún mal rescate”, dijo.
Conoce a Eliezer:
Ø 17 años de paramédico
Ø Inició como socorrista en Atlixco
Ø Es rescatista urbano
Ø Estudió Técnico En Urgencias Médicas (TUM)
Ø Trabajó en Ambulancias 066
Ø Fue Rescatista en Protección Civil Estatal
Ø Apoyó en la creación del Grupo de Rescate Urbano de Protección Civil Municipal
La otra emergencia, el 19 de septiembre
Tras sentir el sismo del 19 de septiembre del 2017, se trasladó al Hospital San Alejandro. Sabía el riesgo que existía por los daños estructurales que tenía el edificio.
Sin embargo, al llegar, junto con su compañero Salvador Sosa, se encontró con una fuga de gas luego de que un tanque de gas se volcó y se degolló.
Eran tres mil litros los que se podían fugarse por lo que con apoyo del personal de mantenimiento del nosocomio lograron controlar la fuga.
Eliezer recordó que en ese momento, la gente les pedía que los ayudaran a evacuar, sin embargo, sabía que el riesgo estaba en el techo del nosocomio.
Las sirenas, los gritos de la gente y su nerviosismo se conjugaron en la atención de dicha emergencia.
“Muchos nervios, el caos de escuchar las sirenas, gente corriendo, que te pedía que sacaras del hospital, pero lo que importaba era controlar la fuga porque si no hubiera habido una tragedia”, recordó.
Sentimientos encontrados
Además de atender emergencias por gas, Eliezer Roldán es rescatista urbano y a través de herramienta hidráulica y sistemas de cuerdas, apoya a salvar vidas.
Aunque ha tenido muchas satisfacciones al ver cómo salva gente, también está el lado contrario, la impotencia y el dolor de no tener poderes para revivir gente.
Lo que más le duele, dijo, es ver morir a menores de edad.
“Cuando llegamos a salvar a alguien en un rescate y todo sale bien, es muy satisfactorio para todo el equipo y día a día tratamos de hacer cursos entre nosotros para darle mejor servicio a la población.
“Pero cuando alguien fallece es horrible y más si son niños se te parte el corazón y por más que se te parte el corazón ya no puedes hacer nada”, afirmó.
Eliezer sabe que en todos los servicios en los que apoya hay un escenario distinto, en los que debe ponerse a salvo y ayudar a la gente.
“Siempre hay un escenario distinto, habrá uno que se parezca, pero siempre hay un toque que le da la complejidad o riesgo”, dijo.
Fotos y video: Norma Herrera