Gaudencia quien vendía frituras en la vía pública para sostener al lado de su esposo a sus dos pequeños hijos, es la protagonista de uno de los crímenes ocurridos en Atlixco, que más ha indignado a los poblanos.
Sin embargo a más de 40 horas de haber sido asesinada junto con su pequeño de 10 años de edad en una unidad del transporte público durante la ejecución del chofer, ni las autoridades municipales ni los dueños de la Ruta-9 han dado la cara.
Conocidos de Gaus, como le decían de cariño, aseguran que su familia no ha recibido apoyo económico para los gastos funerarios ni para acelerar las investigaciones.
Lee: Gaudencia y su hijo de 10 años son las víctimas colaterales de una ejecución en Atlixco
Ventilaron que algunas funerarias quieren hacer negocio con madre e hijo, pues le han pedido dinero a su esposo para acelerar la entrega de los cuerpos que se encuentran en el anfiteatro.
La noche del domingo la regidora de Atlixco, Julieta Camacho y Miguel Ordóñez, reprocharon al edil Guillermo Velázquez, que tras los hechos no hiciera caso y le exigieron mayor seguridad.
Gaudencia viajaba en la unidad 20 de la Ruta-9 junto a su hijo la noche del sábado, cuando fueron alcanzados por varios impactos de arma de fuego, producto de la ejecución contra el conductor.
Por Alfredo Ramírez