@MTPNoticias
La fotografía transmite mensajes, emociones; comparte escenarios que pueden servir como denuncias ciudadanas, como dice la frase una imagen vale más que mil palabras.
El acto de tomar fotografías no es tan sencillo, ya que hay que conocer diversas técnicas (que algunos aprenden en las escuelas y otros con la práctica), cuál es el propósito de la imagen, el enfoque y en qué ámbito se realiza.
MTP Noticias, con información e imágenes del fotoperiodista Joel Merino, presenta una recopilación de algunos expertos en la lente que han retratado Puebla. Hay quienes se dedican a capturar momentos porque así lo aprendieron en su familia o por azares del destino terminaron con una cámara en las manos, pero lo que es seguro es les gusta compartir su trabajo y disfrutan lo que hacen.
Andrés Lobato
Andrés Lobato tiene 23 años dedicándose a fotografiar. Estaba entre estudiar Diseño o Comunicación, pero lo cautivó la currícula de la segunda porque daban fotografía.
“Me hizo sentir algo, y ese algo me dijo que quería ser fotógrafo. Creo fue por una película que vi cuando estaba más morro, sobre un fotógrafo que cubría la guerra en centroamérica, iba cargando con sus cámaras, su chaleco y rentando autos para ir al frente”, según el relato publicado por Merino.
La primer cámara fue un regalo de su papá, una Olympus OM-10. En la escuela aprendió a manipular los rollos y las fotografías en el cuarto oscuro. Era uno de dos alumnos a los que el maestro les confiaba las llaves del laboratorio. Sus fotos eran muchos paisajes ya que le gusta demasiado hacer ese tipo de foto. Actualmente labora en Milenio Puebla.
Mauricio Ernesto Delfadillo El Mau
Cuando era pequeño, en Coyoacán, veía cómo su tío Roberto, el fotógrafo familiar, siempre ‘jalaba’ con su camarita a todas las reuniones, era una Kodak instamatic, usaba flashes que venían en cubos. “Me llamaba la atención esos destellos de los cubos creo que por que me gusta la pirotecnia”.
Se considera ‘pata de perro’ y el destino hizo que llegara a Puebla a los dieciséis años y le puso en las manos su primer réflex.
“Me salió una chamba de recorrer el estado y en una ocasión vi una imagen que me impresionó en un pueblo: era una procesión de un sepelio y me dije nunca vuelvo a salir sin una cámara”.
Entró a unos talleres y aprendió a hacer todo lo relacionado con la fotografía. No le gustó hacer fotos de sociales y un periódico local le dio una oportunidad “pues me encantaba la calle, me gusta hacer denuncia a través de la imágenes y pues estaba en mi ambiente, no me gusta tampoco llegar e invadir el espacio de la gente, hago migas y después hago fotos.” Le gusta cubrir de todo, hacer reportajes, contar historias y denunciar lo que ve que está mal.
Jacqueline Islas
Jacqueline Islas es una periodista de formación, fotoperiodista por vocación. Su acercamiento a la fotografía fue por medio del celular cuando tomó, por azar, fotos de naturaleza y paisajes
“Me impresionan las luces que manejan en los conciertos, las explosiones de luz, las sombras totales con la brillantez de los reflectores, contrastes tan profundos”.
Lo que la hacía tomar fotos era la adrenalina de enfrentarse cara a cara con la gente que se encontraba en el camino, le gusta documentar, narrar, contar historias. Ha dejado un poco la foto porque por el momento hace trabajo de edición de texto e imágenes en una empresa periodística, esta actividad está relacionada directamente con la fotografía de prensa.
Carlos Milanés
Tiene más de veinte años en el fotoperiodismo. Su primer encuentro con la fotografía fue a los 10 años. Cuando salía de vacaciones en familia, su padre cargaba con sus tesoros que fueron dos cámaras una Pentax y una Olimpus OM10, esta última es la que recuerda, porque era la única que su padre le dejaba manipular.
En 2008 la vida reporteril lo estaciona en Puebla para cubrir para Reforma, un nacional. Entre las anécdotas que recuerda destaca cuando le tomó una fotografía al exgobernador fallecido Rafael Moreno Valle cuando corría hacia su camioneta tras bajarse de un helicóptero. Sigue trabajando ahora por su cuenta, en el medio se dice Freelance, ya con su tiempo y sus condiciones.
Rafa Durán
Su primer encuentro con la fotografía fue un duro golpe a su persona, alrededor de los siete años. Tomó por curiosidad la cámara instamatic Kodak 110 de su hermana mayor, solo recuerda que los rollos eran sagrados por que se tenía un rollo de 12 exposiciones casi para todo el año, ya que era costoso revelar los cartuchos y estos se guardaban meses en un bote, hasta que había oportunidad de llevarlos al laboratorio.
Se inició en la agencia “BBC” (bodas, bautizos y comuniones), pero ya tenía la curiosidad de querer decir algo más a través de sus fotos. Vio la violencia cruda y directa en el barrio donde vivió, allá por la zona militar: violaciones, golpizas, cosas que pasan cotidianamente, lo cual lo marcó para cubrir la nota roja. Él ya sabía qué era, aun sin tener las definiciones que “los estudiosos” usan para encasillar los géneros fotográficos.
En marzo del 89 entró por la puerta grande al fotoperiodismo. Le gustó mucho que en los medios donde laboró cubría la sección de cultura. Ahí fue donde se acercó a la poesía y tiene tan buena memoria que recita poesías completas de Jaime Sabines. También quedó impresionado por la cobertura de la caravana zapatista, donde todos los días escuchaba un cassette con la poesía del autor chiapaneco.
Rafael García Otero
El caminar de “Rafa Otero”, como es conocido en el gremio, a lado de la fotografía de prensa es casualidad, aunque de joven vivió en las entrañas del monstruo, con sus garras giratorias y su tufo olor a tinta.
Él preguntaba “¿dónde tengo que estar?” nunca entendió hasta que estuvo ahí. Al revelar negativos aprendió a ver imágenes, cuando se sintió seguro de hacer fotos, con una cámara prestada se inició en el fotoperiodismo, lleva más de 30 años.
Le gusta hacer fotografía con denuncia social. Dice que está desde el parte aguas de la fotografía poblana de prensa, la que anteriormente se hacía oficialmente hasta la que presenta y evidencia la crítica social. Comenta que antes los directivos eran periodistas, ahora son empresarios, es lo que ha relegado a la fotografía dentro de los medios.
Gaby Cruz
Cuando era pequeña, al acompañar a su padre, en el ferrocarril (ya que él trabajaba en la compañía del tren), al ir viendo los paisajes que pasaban ante sus ojos, le dio por capturar con la cámara de su papá los campos, las nubes los animales que se acercaban a toda velocidad ante sus ojos.
Solo tomaba las fotos, pero no las veía porque su papa en cada viaje se llevaba la cámara junto con los rollos, cada vez que tenía que partir hacia su trabajo, montado en el ‘caballo de hierro’.
Después la inquietud de la fotografía la llevo a trabajar en un diario local y efímero como fotógrafa, esto le dio ánimos de buscar otros espacios en diferentes medios, y lleva así más de 18 años dedicándose a atrapar sus sueños con una cámara, sin descartar el uso también del celular. Y sigue buscando formas, figuras, contraluces en su largo caminar.
Óscar Bolaños
“El Bola”, como se le conoce, es irrespetuoso, sarcástico e irreverente. “Mas burlón que un payaso borracho en un antro”.
En su perfil de FB, Merino lo retrata como un oriundo de Veracruz que llegó a Puebla “a educarse”, en la universidad. El mejor regalo que le dio su mamá, fue una cámara reflex que le cambió la perspectiva.
Se inició en el periodismo como editor de la sección de deportes, después lo abandonó y se atrevió a disfrutar de las caminatas por la calle con una cámara en mano, así fue como se dio la oportunidad de ser fotógrafo de prensa.
Le gusta cubrir movimientos sociales, por el momento ha abandonado el ámbito deportivo.
Ángel Romero
“El Angelito” de los fotógrafos más longevos en el gremio. Ha usado todas las cámaras, formatos, películas y plataformas de la fotografía: desde las Graflex Speed Graphic 4X5, hasta las modernas cámaras digitales Canon 5 D. Usa la web para entregar sus trabajos cotidianos de prensa, le asignan coberturas como enviado a la Sierra.
Es cumplidor y buen fotógrafo. Conoce vidas honras y haciendas de la mayor parte de la sociedad poblana y de los políticos, toda una institución en la fotografía de prensa. “Muy grato platicar con él sobre la historia de Puebla, su gente, sus políticos y la alta sociedad”.
Ha cubierto olimpiadas, mundiales de fútbol, desastres, tomas de posesión de presidentes de la república, gobernadores y presidentes municipales, trabajos del congreso de la Unión y local, corridas de toros, desastres naturales, etc. Es toda una biblioteca ambulante y de muy excelente memoria, tanto gráfica como mental, pequeño reconocimiento a tan gran fotoperiodista poblano.
Daniela Portillo
De pequeña soñaba con escribir las historias que los noticieros presentaban en la televisión. Se convirtió en asidua lectora de los poetas malditos, ávida consumidora de libros fotográficos de la guerra.
Fue una película sobre James Nachtwey, que vio durante su estancia universitaria, lo que la decantó hacia el fotoperiodismo, donde se ha desarrollado a lo largo de los últimos 6 años.
Quiere reflejar la vida de los ministros religiosos, sin importar la religión. Mientras, sigue realizando el quehacer cotidiano del fotoperiodista.
José Antonio Ramírez
Fotógrafo desde hace más de treinta años. Inició haciendo radiografías de personas y continuó realizando radiografías de la sociedad. ‘Muchilingüe’, pues pasó del Latín, Latón y Fierro Colado al Español, Inglés y Alemán. “No quisiera que me reconozcan por mis virtudes, que me reconozcan por mis defectos, que son muchos y muy buenos”, su frase favorita.
Entusiasta de proyectos, no se mide para señalar lo que ve mal. Es un crítico ácido de la falta de conocimiento de algunos personajes. Le gusta el fotoperiodismo, cosa que desempeña con pasión, en el género político. Amable, de agradable trato, pero muy feroz con su fotografía y comentarios en la radio.
Ramón Sienra Cravioto
Llegado de los establos de la fotografía taurina, aterrizando en el fotoperiodismo, quiere aprender todos los estilos, pero no olvida el olor de los callejones y la sangre del ruedo.
Miguel Huerta El Maiccc
Se iba de pinta con sus amigos de la prepa. Era el fotógrafo oficial de las aventuras de los prófugos de las aulas.
Se le quedó la costumbre, pero después se volvió fotógrafo del modelaje. Por el momento se ha mantenido en el gremio de fotorreporteros, pero su meta es hacer su propio estudio de modelaje.
Sandro Franco
Eterno en las canchas de fútbol, en los ruedos y el tenis, es un fotógrafo que cubre deportes, aunque su gusto de hacer fotografía es en el tema de los espectáculos.
Inició en el laboratorio de blanco y negro cuando tenía 11 años, por eso está tan familiarizado con las cámaras.
Se inició en la cobertura de eventos cotidianos y ahora se encuentra sumergido en el mundo del deporte.
Sergio Cervantes
De la juventud foto reporteril. Se adentró en el manejo de las cámaras desde que tenía 11 años, no conoció el proceso analógico.
Es un fotógrafo digital puro, sigue en el ambiente.
Roció Nava La Chio
Desde hace aproximadamente 20 años se desempeña en el fotoperiodismo, pasó la mayor parte de su vida fotográfica enfocada en la Nota Roja, después de capturar tanta violencia se ha dado un merecido descanso visual.
Bibiana Diaz
Fotógrafa de prensa. Se retiró de la Antropología formal para dedicarse a la antropología social inmediata a través de una cámara.
Le gustaría tener más tiempo para desempeñarse en sus propios reportajes, desde su concepto y su mirada, pero por lo pronto, dice que seguirá siendo ‘todo terreno’.
Mireya Novo
Nacida en la ciudad de los dioses, llegó aquí a desempeñarse como fotógrafa de prensa. Cubre mucha fotografía deportiva, aunque antes no le gustaba este género, ahora le ve bondades.
Martha Gutiérrez
Llegó a Puebla hace muchos años desde el sur para seguir estudiando. Le gustó la fotografía y lo que hace mejor es la foto de espectáculos porque es lo que le apasiona. Es fotorreportera desde hace más de diez años.
Hilda Hilda Ríos L
Fotógrafa de prensa ‘todo terreno’ desde hace 10 años. En un inicio la fotografía le parecía magia, cuando revelaba sus fotos en el cuarto oscuro se preguntaba “¿cómo era posible que salieran imágenes, en un papel, con solo una proyección y sumergirla en químicos?”
Le gusta el fotoperiodismo.
Goyo Patiño
Fotógrafo por obligación y tradición familiar: sus tíos fueron fotógrafos oficiales de algunos gobiernos estatales y otros en la sede nacional, pero él sigue haciendo fotos de política. Sigue tratando de agarrar a gente mal parada. Eternamente lo vemos en el congreso local, siempre dispuesto a tomar una foto.
Javier Pérez
El famoso pistolero conocido en el mundo de la mafia por “Tobi”. Desde los 6 años le gustó la lucha libre y siempre soñó con hacer las fotos de sus ídolos. Por esta razón pasó un tiempo entrenando para ser luchador profesional, pero por falta de apoyo y promotores se metió de fotógrafo.
Un día con su “camarita” asistió a fin de cursos de una de sus sobrinas y como no llego el fotógrafo, le dijeron ‘ándale, hazte unas fotos’. No le fue mal y además le pagaron, entonces se metió de lleno a hacer fotos. Después fue acercándose al mundo de la vida social donde se desarrolló antes de estar de tiempo completo en la fotografía de prensa.
Cristopher Damián
Empezó a los 19 años a hacer foto junto a sus maestros en una publicación local de Puebla, le gusta hacer fotos de paisaje y política, pero más de paisaje. Ya nos contará quienes son sus maestros, en otra platica de cantina.
Gerardo Flores Luis
Empezó a hacer fotos como aficionado a los 25 años, le gustó mucho y a los 29 se metió de lleno a hacer fotografía de Prensa.
Rafa Murillo
Él comenzó a hacer fotos a los 18 años por vocación familiar, pues su padre fue fotógrafo y lo metió a ‘chambear’. A los 20 se rebeló y se fue con uno de sus maestros a trabajar como fotógrafo de prensa, le gusta hacer fotos de paisaje.
Justo Hernández Ortega El Brody
Empezó a hacer fotos de campismo y reuniones familiares a los 20 años. Le gustó la fotografía, lo que lo convirtió en el fotógrafo oficial de su familia.
Después se compró “una camarita” y se adentró al mundo del fotoperiodismo a los 30 años por azares del destino.
Era un escalador y en una de sus anécdotas cuenta que durante una escalada se resbaló de la cima del Popo, casi llega al cono, le faltaron casi 30 metros. No sabemos si eso lo marcó para dejar de hacer fotos de campismo, tenemos que preguntarle.
Raúl Rodríguez Bautista
“La fotografía tiene su chiste” su máxima.
Tiene 22 años como fotógrafo. Le gustan las relaciones públicas y los viajes, ha sido formador de algunos fotógrafos. Dice “soy odiado por lo que soy y amado por lo que no soy”, poblano como las cemitas del Carmen.
Omar Contreras El Crujer
Omar Contreras trabaja actualmente para El Universal. Mejor conocido como ‘El Crujer’ por sus amigos, lleva 16 años retratando Puebla. Comenzó en el 99 en el Ayuntamiento de Puebla en el área de Comunicación Social.
En estos años ha pasado de todo pero… hay una anécdota que recuerda: un día fue a un evento de una presidenta municipal, la primera por cierto, cuando realizó la entrega de patrullas en Santa Margarita en la ciudad de Puebla y a la hora que llegó, Omar –al igual que el resto de los compañeros- buscaron el ángulo para tomarle fotografías y madres, él que se cae y por poco le levanta la falta a la alcaldesa.
Luis Hernández El Matador
Luis ha trabajado en diversos medios de comunicación, además de áreas de comunicación social.
Ángel Trinidad
Actualmente trabaja en un medio local. Es conocido por sus amigos como Aigre Verde.
Rodolfo Pérez y Margarito García
Este par de excelentes fotoperiodistas son descritos por Joel Merino como “de la sonrisa maliciosa, el del sarcasmo a flor de piel, el de los señalamientos directos”. El famoso Pecxz, que junto con el Mago eran un terror.
Información e imágenes: con autorizacion de Joel Merino.